El fuego movilizó la estructura provincial, pero no causó daños mayores en Misiones

Desde el gobierno provincial evalúan los daños provocados en municipios, propiedades forestales y zonas de bosques secundarios afectados, pero desestiman pérdidas económicas importantes. El desafío a futuro estará en fortalecer el área de capacitación de brigadas, red de comunicación y alerta temprana, información territorial, y campaña de prevención. El primer trimestre del 2005 fue la temporada más crítica en riesgos de incendios forestales y rurales en Misiones, debido a las índices climáticos. «Se registraron más focos y con mayor persistencia, en comparación a la misma época de años anteriores, incluso el fuego abarcó zonas más amplias. El mes más crítico fue febrero y las primeras semanas de marzo. Pero si bien la situación fue difícil, no hubo catástrofes, pérdidas económicas millonarias o, lo que es peor en estos casos, pérdidas de vidas humanas», expresó el ministro de Ecología, Recursos Naturales Renovables y Turismo de Misiones, Luis Jacobo.

Debido al escenario crítico, la Provincia alquiló un avión hidrante y solicitó la ayuda de algunos brigadistas expertos del Plan Nacional de Manejo de Fuego (PNMF). «El refuerzo llegó prácticamente cuando la situación se había controlado por las lluvias que finalmente llegaron para aliviar a la región, pero nos fueron de gran utilidad al momento de extinguir los fuegos y, a su vez, se está aprovechando su presencia en la provincia para hacer jornadas de capacitación para brigadistas o voluntarios locales», indicó el funcionario.

Pérdidas menores

En cuanto a la evaluación de superficies afectadas o pérdidas económicas, el ministro adelantó que en áreas afectadas habrían alrededor de 1.500 hectáreas, pero el balance aún no está terminado para distinguir entre áreas afectadas y áreas realmente quemadas.

«He recorrido personalmente las distintas zonas donde algunos intendentes manifestaban que se quemaban 500 hectáreas, y sobrevolamos durante una semana el lugar (Campo Grande) en momentos del incendio, pero cuando los mismos cesaron, las 500 hectáreas afectadas se reducían al 10 por ciento. Por lo tanto, cuando la situación es crítica, la información también es confusa», dijo.

En tanto, en el parte de informes diarios del PNMF se registran de enero a marzo más de 3.500 hectáreas de superficies que fueron afectadas por el fuego, cifra que fue desmentida por funcionario.

«Es una cifra exagerada, tenemos alrededor de 1.500 hectáreas afectadas, lo que aún no podemos precisar es qué había en las mismas o cuanto daño existe en plantaciones forestales o bosques naturales, etcétera, pero sin dudas que no hubieron pérdidas importantes», afirmó.

Lo que sí pudo precisar el funcionario fueron estimaciones de porcentajes de áreas afectadas: un 80% serían capueras y bosques nativos secundarios (donde se presentó la particularidad de que se quemo bastante combustible liviano, tacuarales, etcétera); y el otro 20% restante se reparte entre forestaciones y cultivos anuales. «Para determinar exactamente las pérdidas económicas debemos realizar un estudio minucioso en la zona, por lo tanto, será difícil obtener resultados en el corto plazo».

De esta manera, remarcó que «ante los resultados relativamente menores obtenidos, en una situación crítica como la que enfrentamos, el trabajo de coordinación del Plan Provincial de Manejo funcionó de manera excelente. En esto hay que destacar el rol que han tenido el personal de la policía de Misiones, el cuerpo de bomberos y bomberos voluntarios, entre otras reparticiones públicas como la Dirección Provincial de Vialidad y Electricidad de Misiones SA, Gendarmería Nacional, y el Ejercito Argentino. Todo el sistema funcionó muy bien», destacó el funcionario.

Causas

En Misiones, al igual que en Corrientes, es una práctica tradicional el uso del fuego como herramienta para preparar el suelo, terrenos ganaderos, o rozado, pero es sabido que el 99 por ciento de los focos registrados se deben a causas humanas, donde por descuido o falta de prevención en zonas de riesgo, se genera el incendio.

En este aspecto, el ministro ratificó la tendencia, dado que en la temporada los fuegos registrados «fueron iniciados por alguna persona. Se debe empezar a entender que el problema de incendios no se resuelve con 50 aviones hidrantes, lo primero que hay que evitar es que el fuego se inicie. Por lo tanto, la tarea central del Estado provincial será doblegar los esfuerzos sobre el factor humano, apuntando a la prevención», subrayó.

En ese marco, Jacobo adelantó que desde el organismo están repensando un nuevo modelo para atender situaciones extremas como es el caso de incendios forestales y/o rurales, con una visión provincial, regional y nacional. «Hay mucho que trabajar en adelante, porque el principal problema es que muchas veces se trata de contemplar situaciones que son impredecibles. El clima es el principal objeto de repensar el modelo, dado que ya no se trata de pronósticos. Nadie pudo pronosticar el actual nivel de seca que enfrenta la región, y hacia delante no hay certezas si no vamos a tener en la provincia prolongadas estaciones de sequía. De hecho, para el próximo año si se repite esta situación o se extiende la temporada de riesgo, tendremos que estar mejor preparados».

Desafíos


Después de las causas humanas, el segundo desafío que se plantean desde el Ministerio de Ecología para atender esta materia será adaptar el sistema de información territorial, de forma de relacionarla con el control y ataque posterior. «En la actualidad no contamos con este sistema, y es necesario conocer la zona crítica para evaluar toda el área. Esto permitirá analizar cuales pueden ser las consecuencias o que situación de riesgo se presenta en cada lugar (bosque se puede afectar, distancias de las zonas urbanas uso del suelo, etcétera)».

Asimismo, el tercer factor será instrumentar un sistema eficiente de alerta temprana, y el cuarto el de promover capacitación para generar recurso humano especializado en combate de incendios forestales. «Todas estas cosas hoy no las tenemos desarrolladas para el nivel crítico que enfrentamos. Se puede decir que con lo que teníamos nos alcanzó hasta ahora, pero lógicamente tenemos el desafío de instrumentar de manera eficiente los cuatro factores analizados (causas humanas, información territorial, sistema de alerta temprana, capacitación) y fortalecer el equipamiento de ataque, contención y extinción de fuego», .

RECUADRO IMPORTANTE

Mas recursos de Nación

El ingeniero Luis Jacobo también se refirió al trabajo mancomunado con la coordinación del Plan Nacional de Manejo de Fuego, y anticipó ayer (miércoles 17 de marzo), a su regreso de Buenos Aires que la Nación realizará un aporte importante para la sede de Apóstoles, para atender a futuro el combate de incendios forestales en la región, aunque no quiso adelantar a éste medio el valor económico de los fondos y el destino que darían a los mismos.

En medios gráficos locales transcendió que el gobierno central invertiría 1.100.000 pesos para equipar la Brigada Nacional de Manejo del Fuego que funciona en la ciudad de Apóstoles (vehículo de transporte de personal, dos cuatriciclos, dos camionetas 4×4, una camioneta de transporte de equipos, un vehículo 4×4 para transporte de cuadrilla de ataques finales y equipamiento para el combate, herramientas manuales, máquinas específicas de bombeo de agua, elementos de seguridad personal y logística de campamento).

Al respecto, fuentes del PNMF señalaron a ArgentinaForestal.com que si bien está previsto enviar refuerzos para la región y destinar mayores recursos, «aún es muy promisorio adelantar el destino que se darán a los mismos, dado que aún están analizando las estrategias futuras».

En cuanto a la Provincia, también destinarán lo propio. «Se trabajará intensamente en capacitación de brigadistas, se invertirá en equipamiento y red de comunicación, se ajustará la coordinación con las distintas fuerzas, se promoverá la creación de estaciones de bomberos en aquellos municipios donde no aún no existe. Es decir, la operatividad en el momento de la crisis debe mejorar, y para lograr esto necesitamos ser mas eficiente de forma tal que todo el mundo se encuentre más tranquilo en el momento de vivir situaciones difíciles como las que se atravesaron. Pero hay que rescatar que en Misiones, hasta el momento, no se perdieron vidas humanas, no hubieron daños económicas importantes, no existió ninguna situación critica como algunas personas expresaron, que incluso se llevó a convocar a los Cascos Blancos de manera absolutamente innecesaria. Creo que debemos ser responsables, cautos y razonables criterios en momentos difíciles como son los casos de combate de fuego, pero indudablemente hay sectores interesados que por algún motivo denuncian que los fuegos fueron de peligro y más grandes de lo que realmente fue», concluyó el funcionario.

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