Nozzi estaba por traficar diez millones de dólares en efectivo

Ayer declaró su secretario privado y las demás personas que se encontraban en el lujoso yate de la víctima.Reveló que antes del crimen el empresario pasó por Posadas y se alojó en el Novotel. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Además de Jara declararon la novia de éste, Silvia Graciela Heredia, y el camarero del lujoso yate de Nozzi, Luis Alberto Martínez, quienes también están detenidos[/su_note]El empresario televisivo Claudio Javier Nozzi, cuyo cadáver baleado apareció flotando en las aguas del río Paraná hace seis días, se dedicaba al lavado de dinero, presumiblemente del narcotráfico, y cuando fue asesinado tenía prevista una transacción de 10 millones de dólares en efectivo, según su secretario privado.

Se trata de Hugo Jara (es misionero), quien reconoció haber sido amigo «íntimo» de la víctima y se encuentra detenido por este crimen en una situación «sumamente complicada», según reveló uno de sus abogados defensores.

Jara declaró ayer ante la juezaLaura Varela y dio detalles de la actividad de Nozzi y de lo que fueron sus últimos pasos antes de ser asesinado y arrojado a las aguas del río Paraná amarrado a un ancla.

Además de Jara declararon la novia de éste, Silvia Graciela Heredia, y el camarero del lujoso yate de Nozzi, Luis Alberto Martínez, quienes también están detenidos y corroboraron en gran medida los dichos de Jara.

Según el relato que el secretario realizó ante la jueza, ambos habían arribado a Corrientes con la finalidad de traer desde Mar del Plata a dos empresarios españoles, que invertirían en una película que Nozzi planeaba filmar en escenarios naturales correntinos.

Jara reveló que habían comprado el yate Trasulang II el 24 de febrero y que se lo entregaron al capitán Vicente Astorga para que lo trasladase hasta la zona de Rzepecki, al norte de la localidad correntina de Itatí, donde quedaría anclado a la espera de la llegada de los españoles.

Astorga viajó en el yate junto a Martínez, un baqueano y otro «patrón» que colaboró en las maniobras del barco en su travesía a lo largo del río Paraná.

Según Jara, ambos abordaron por espacio de alrededor de una hora el domingo 6, cuando el yate pasó frente al puerto de Corrientes, y ese mismo día Nozzi partió a Posadas, para cruzar a Encarnación, Paraguay, donde se alojó en el Novo Hotel.

Declaró además que el productor tenía previsto hacer contacto allí con las personas con las cuales iba a concretar la operación para ingresar al país 10 millones de dólares.

De acuerdo con Jara, Nozzi traía en forma habitual desde el exterior, vía Paraguay preferentemente, ya sea dinero que él poseía en cuentas de distintos bancos, producto del período en que fue gerente de una cadena de TV, o de cuentas a nombre de un tío radicado en Puerto Rico y que sería funcionario del gobierno de ese país, que es investigado por lavado de narcodólares.

Los dólares ingresados a la Argentina eran destinados a la compra de bienes, inversiones en producciones cinematográficas o
televisivas o a otras actividades que posibilitaban hacerlos circular en el mercado financiero y legalizarlos, explicó Jara.

No obstante la seguridad de Jara en su declaración, los investigadores señalaron que aparecen «muchos puntos oscuros», y que el secretario que además era testaferro de Nozzi, sabe más de lo que dice.

En ese sentido se preguntaron por qué razón Jara, siendo tan inocente como dice, habría intentado deshacerse de la llave de la camioneta hrysler Caravan que utilizaron para llegar a Corrientes, enterrándola en la arena de una isla cercana al yate, junto a una agenda de Nozzi con números telefónicos.

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