Desde principios de este año en el hospital Samic de Oberá no se realizan estudios de sangre relacionados a la detección del virus o a la evolución del tratamiento. Oberá. Por falta de un bioquímico en el hospital Samic de Oberá desde principios de este año no se realizan análisis de sangre relacionados a la detección del HIV o a la evolución del tratamiento del portador.
El director del nosocomio, Ricardo Pereyra, sostuvo que el ministro de Salud Pública, José Guccione, tiene conocimiento del tema y se comprometió a llamar a concurso para cubrir la vacante.
«Los medicamentos existen y se entregan en las farmacias del hospital se continúa asistiendo a los pacientes contamos con un técnico en el área y atiende los casos para proveer la medicación retroviral pero no se realizan los estudios porque no hay bioquímico», explicó Pereyra.
Lo cierto es que la demanda de pacientes que necesitan los análisis se incrementa día a día, según aseguró Eduardo Sartori, a cargo del sector de Prevención de SIDA en la localidad obereña.
La ausencia de un profesional en el área afecta directamente a los pacientes de escasos recursos que no pueden constatar si padecen la enfermedad o bien cual es el estado de la carga viral. En tanto hay quienes recurren a los centros privados de investigación.
La situación reviste mayor trascendencia teniendo en cuenta que Oberá es la segunda ciudad con mayor cantidad de enfermos con VIH siendo Misiones una de las provincias que lidera el ranking de la epidemia en el país.
Carga viral
Existe una intrínseca relación entre los análisis de sangre y el cóctel de retrovirales que requieren los pacientes portadores.
El tratamiento apunta a lograr el «virus indetectable» que significa mantener la carga viral por debajo de los límites de detección de las pruebas diagnósticas. Esto reduce las posibilidades de propagar el contagio.
Cuando la carga viral es tan baja no puede detectarse por una prueba de HIV en la sangre, éste es un signo de que los medicamentos están consiguiendo controlar el virus.
Actualmente, las pruebas autorizadas más sensibles pueden detectar cantidades tan bajas como 50 copias de VIH por mililitro de sangre. Sin embargo sino puede mantener el virus indetectable debe mantener la carga viral lo más baja posible.
El test de Elisa
Los especialistas recomiendan que una vez iniciadas las relaciones sexuales todos se deben realizar el test de Elisa y la denominada Western Blot, que son los métodos más utilizados para la detección precoz de los anticuerpos del virus.
El 90% de la medicación que se les provee a pacientes misioneros es enviada desde el Ministerio de Salud de la Nación.
No obstante, desde el Programa asegurana que al menos el 25 % de los infectados no concurre al tratamiento después de la primera consulta.
La epidemia
El Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirido (SIDA) no reconoce sexo, edades o clases sociales. Nadie está exento de padecer este mal crónico que por un lado, acarrea trastornos en la calidad de vida y por otro una intensa carga social.Es una epidemia que va en aumento.
En Argentina el primer caso se registró en 1982, mientras que en Misiones fue en 1988 y ya en 1998 se habían registrado 100 casos. Actualmente, según datos del Programa Provincial de Lucha contra el SIDA se diagnostican unos trece pacientes infectados por mes.
Desde su implementación oficial en el año 1998, fueron 858 los pacientes que accedieron al Programa, sin embargo en la actualidad sólo 271 continúan con el tratamiento de medicación retroviral que sirve para reducir la posibilidad de contagio y 403 no asisten con regularidad a las consultas.
Los demás fallecieron, fueron dados de baja por traslado, o bien son asistidos en el sector privado.
Entre enero y febrero fallecieron cinco pacientes portadores de virus, lo que hace un total de 152 fallecimientos en siete años. Y 23 fueron dados de baja.
En el mes de febrero hubo cinco nuevos casos accedidos y en total son once nuevos pacientes que asisten a las consultas médicas en el hospital Ramón Madariaga de Posadas.
La edad en la que se concentró la mayoría de los pacientes es de 15 a 49 años con un total de 114 casos que representan el 93 por ciento, mientras que los enfermos de 45 a 50 años suman un 18 por ciento.
En siete años fallecieron 133 portadores que incluye a 22 casos de años anteriores a 1998.
