La pobreza cayó 7,6 puntos porcentuales en el segundo semestre del año pasado con respecto al mismo período de 2003, y se ubicó así en el 40,2 por ciento, mientras que se redujo 4,1 puntos con relación a los primeros seis meses de 2004.
Con estos niveles y en base a una población estimada de 37 millones de habitantes, 14 millones viven debajo del nivel de pobreza, según las cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La reducción al 40,2 por ciento desde el 47,8 por ciento registrado durante el segundo semestre de 2003, implica incluso una baja de la pobreza con respecto a los primeros seis meses de 2004, cuando la cifra alcanzaba el 44,3 por ciento.
En tanto, el nivel de indigencia, es decir la personas que no tienen ingresos para solventar su alimentación, cayó en el segundo semestre de 2004 al 15 por ciento, lo que representa un descenso de un tercio respecto al 20,5 por ciento que se registraba a durante el segundo semestre de 2003.
Este porcentaje implica que alrededor de 5,5 millones de habitantes sufren de carencias alimenticias.
Esta reducción en los niveles de pobreza e indigencia, aún altos para un país como Argentina, se produjo durante un año en que la economía en su conjunto creció alrededor del 8,8 por ciento.
Durante el año pasado el desempleo descendió al 12,1 por ciento desde el 14,5 por ciento de 2003, al tiempo que los salarios crecieron un 9,9 por ciento en promedio, contra una inflación del 6,6 por ciento.
Por «línea de pobreza» se entiende la cantidad de dinero mínimo que una persona o un grupo familiar requiere para alimentarse, vestirse, acceder a educación y movilidad, que en diciembre de 2004 alcanzaba a 739,99 pesos, para un hogar constituido por dos mayores y dos menores, de 5 y 8 años.
En cambio, la «línea de indigencia» es la cantidad mínima de dinero que se requiere para alimentar a una persona o grupo, que diciembre del año pasado alcanzó a 334,83 pesos para el mismo grupo familiar.
Si se excluyen los beneficios del Plan Jefas y Jefes de Hogares, el nivel de pobreza ascendería al 40,9 por ciento de la población, pero en el caso de la indigencia pasa del 15 al 18,2 por ciento.
El mayor nivel de pobreza se registró en octubre de 2002, cuando alcanzó al 57,5 por ciento de la población, mientras que el punto máximo de la indigencia llegó en el primer semestre de 2003 cuando alcanzó al 27,7 por ciento.
Los mayores niveles de pobreza se registraron en la región Noreste del país, con el 59,5 por ciento de la población, con picos del 64,4 en Chaco, y 63,9 en Corrientes.
En segundo lugar se colocó la región Noroeste con el 53,4 por ciento, con un 59,5 en Jujuy y 58,8 por ciento en Santiago del Estero.
La región Pampeana, una de las zonas agrícolas más ricas del país, con un nivel de pobreza promedio del 37,4 por ciento registra picos del 60 por ciento en la ciudad entrerriana de Concordia.
Los menores niveles de pobreza se registraron en las ciudades patagónicas de Río Gallegos, con el 16,1 por ciento de la población, y Ushuaia, con el 16,7, aunque ambos registros son estimaciones sujetas a variaciones superiores al 10 por ciento, indicó el INDEC.
La semana pasada, la Consultora Equis, estimó que el aumento del 2,4 por ciento en el Costo de Vida durante los dos primeros meses del año generó alrededor de 188.000 nuevos pobres.
Según el director de la consultora, Artemio López, el 9,1 por ciento de la población tiene ingresos levemente superiores a la actual línea de pobreza, aunque reconoció que se está gestando una recomposición salarial.
Ante esto, funcionarios del Palacio de Hacienda relativizaron el impacto que tiene el aumento de los precios en los niveles de pobreza, ya que estas subas se dan en un contexto de crecimiento del empleo y de los salarios.
«La medición de la pobreza es el resultado del costo de la Canasta Básica Total, es decir, alimentos, mas servicios e indumentaria, contra los niveles de ingresos de la población para pagar esos productos», explicó un funcionario del Ministerio de Economía.
«Si bien los precios aumentaron, también lo hicieron la cantidad de gente empleada y los salarios», agregó la fuente, que pidió no ser identificada «para no entrar en un polémica».
Como ejemplo destacó que los precios de la Canasta Básica Total (CBT) acumularon entre diciembre y febrero una suba del 2,80 por ciento, pero en enero los salarios aumentaron un 3,67 por ciento, el mayor incremento intermensual en los últimos tres años.
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