El presidente Néstor Kirchner iniciará mañana una visita de Estado a Chile, en la que buscará reforzar los lazos bilaterales con su par Ricardo Lagos,
con el transfondo dominante de la cuestión energética y la resolución de la situación del ciudadano alemán Paul Schaefer requerido por la justicia trasandina. La expectativa del viaje de Kirchner, que se dará luego de al menos un par de postergaciones, está focalizada en aspectos coyunturales, como el caso de la detención del prófugo alemán Schaefer, y en otros profundos, como el referido a vínculo energético bilateral.
En cuanto al capítulo energético, se espera que el encuentro Kirchner-Lagos dirima definitivamente las diferencias existentes entre argentinos y chilenos y marque un nuevo punto de partida en la relación.
El embajador chileno, Luis Maira, consideró en declaraciones a Télam que la visita «será de muy alto nivel y muy significativo» y permitirá «ratificar los muy buenos vínculos de amistad y ratificar los proyectos e iniciativas» comunes.
Para Maira, en la agenda de los presidentes «no habrá ningún tema xcluído», por lo que entendió que serán predominantes entre otros la cuestión energética y el pedido de expulsión de Schaefer, que Chile espera se concrete en los próximos días, y cuya resolución, sea cual fuere, «nunca va a generar un conflicto diplomático.
Pero la ocasión servirá, también, para la exhibición de importantes puntos de coincidencia, que se expresarán, por ejemplo, en el llamado conjunto a una licitación internacional para la concreción de un ferrocarril trasandino.
Este ferrocarril es considerado en la Argentina como «una obra estratégica trascendental» para el vínculo argentino-chileno, pues no sólo contactará fluidamente a ambos países, sino que se entroncará con el ramal Belgrano Cargas en el norte y, a su vez, empalmará con el Brasil.
La obra, que se inició en la década del 70 y fue interrumpida en 1978 por el conflicto que tuvo al filo de la guerra a la Argentina y Chile (canal de Beagle), demandará unos 900 millones de pesos y se espera que resulte anunciada en la oportunidad.
Kirchner viajará acompañado por casi todo el gabinete nacional, los gobernadores Mario Das Neves (Chubut), Sergio Acevedo (Santa Cruz), Julio Cobos (Mendoza) y José Luis Gioja (San Juan), además del jefe del bloque de senadores, Miguel Angel Pichetto, y el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, Jorge Argüello.
El mandatario argentino y su comitiva partirá desde el aeropuerto de Ezeiza mañana a las 18.30, aunque la actividad oficial se iniciará el lunes a las 9 con un desayuno que mantendrá con empresarios chilenos en el hotel Sheraton.
A las 10.40, Kirchner se reunirá con Lagos en la Plaza de la Constitución, como paso previo al encuentro protocolar entre las comitivas que se producirá en el Palacio La Moneda y la reunión privada entre ambos mandatarios.
Sobre el mediodía se producirá la ceremonia de firma de documentos y 40 minutos más tarde Kirchner y Lagos visitarán el Mausoleo del presidente Salvador Allende y el Monumento a los Desaparecidos, en el cementerio de Santiago de Chile.
Para las 15.30 está anunciada la audiencia del jefe de Estado argentino con el presidente de la Corte Suprema chilena, Marcos Libedinsky, en la sede del máximo tribunal de justicia.
Posteriormente, Kirchner asistirá al Congreso para participar de una sesión de ambas cámaras legislativas, de acuerdo con el programa oficial y a continuación será declarado Huésped Ilustre en la Municipalidad de la capital chilena. Como cierre de la jornada, a las 21, Lagos ofrecerá una comida a Kirchner en el Palacio de la Moneda.
El regreso del presidente a la Argentina está programado para
el martes a las 9 hora local. (Télam).
