La reunión que realizó ayer el INYM pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles. Asociaciones de consumidores rechazan aumentos. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Asociaciones de defensa de los consumidores siguen las negociaciones por el precio de la yerba,y se planteó la preocupación por los aumentos que ya experimentó este producto y se adelantó el rechazo a cualquier nuevo incremento[/su_note]Aumento es una mala palabra en el Diccionario K. De eso ya se enteraron las privatizadas cuando intentaron incluir nuevas tarifas en la renegociación de sus contratos y más recientemente -y con más crudeza- le tocó a la petrolera Shell aprender la lección.
El mensaje no pasa inadvertido a los yerbateros quienes por estos días discuten nuevos precios para la materia prima y se debaten entre la necesidad de retribuir mejor a los productores y el temor de que el costo de trasladar esos aumentos a las góndolas termine teniendo un efecto devastador para la actividad.
El boicot anunciado hace unos días a los productos de la petrolera Shell no hizo más que agregar incertidumbre a la situación y alejar aún más a las partes involucradas en la negociación por los precios de la hoja verde y la yerba canchada, es así que la reunión que se realizó ayer entre los integrantes del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para avanzar sobre el tema, no fue nada productiva y pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles próximo.
«Es difícil llegar a un acuerdo porque es la primera vez que pretende un incremento tan grande en los precios de la materia prima, se habla de aumentar los precios de la hoja verde en un 30 por ciento, esto se le suma al los incrementos que sufrieron de los secaderos en su estructura de costos. Si se autorizan estos aumentos inexorablemente se generará un impacto en los precios de góndola», señaló Ricardo Colombo representante por Corrientes en el INYM a minutos de haber finalizado la reunión de ayer.
Posturas lejanas
La resolución del tema parece aún más complicada cuando se evalúa la diferencia abismal que existe entre las pretensiones de los distintos actores del sector, por un lado los tres representantes de la producción primaria pidieron 40, 45 y 48 centavos para el kilo de hoja verde, mientras que las cooperativas se mostraron partidarias de apoyar los 37 ó 38 centavos que propuso el representante del gobierno misionero. A su vez, Corrientes planteó un valor de 32 centavos y la industria molinera consideró viable aplicar un aumento del 8% al 10% sobre el precio vigente de 31 centavos.
En referencia a las pretensiones de los productores, Colombo indicó que «salvo que el sector comercial reduzca su margen de ganancia, el aumento pretendido tendrá un impacto directo en el consumidor final y teniendo en cuenta que el gobierno Nacional está muy preocupado por aumentos en la canasta básica, nadie se quiere hacer responsable del costo político de una medida que podría terminar generando un boicot similar al que hoy sufre Shell».
Consumidores en alerta
Las asociaciones de defensa de los consumidores también siguen de cerca las negociaciones por el precio de la yerba, ayer se reunieron las entidades de defensa del consumidor en Buenos Aires,y se planteó la preocupación por los aumentos que ya experimentó este producto y se adelantó el rechazo a cualquier nuevo incremento.
«Acuerdo interno sin aumentos en góndola»
El subsecretario de Agricultura, Ganadería y Forestación, Javier De Urquiza, se manifestó en contra a que sea su organismo quien determine los precios de la materia prima a través de un laudo como ya ocurriera en 2002 y 2003 y además rechazó la posibilidad de que dicho acuerdo provoque un aumento en los precios finales.
«Hay que aprovechar el mecanismo de la discusión interna, de la discusión sana, y no buscar mecanismos posteriores que terminarían desvirtuando un organismo importante tal cual es el INYM», señaló el funcionario que participó del acto de inauguración del Palacio de Justicia de Misiones.
Respecto a los precios en góndola, De Urquiza indicó que «esperemos que esto no implique un aumento del producto, todos los sectores involucrados tienen que comprometerse a eso. Un mejor precio para los productores de hoja verde tiene que, necesariamente, venir aparejado con una reducción de la ganancia de los industriales, de otro modo se estaría generando un nuevo aumento», indicó el funcionario.
