Los traficantes prefieren cruzar cigarrillos porque ganan más

Eso explicaría la poca cantidad de droga secuestrada en la provincia de Misiones en los últimos tres meses.

El último golpe en Posadas. Fue esta semana cerca del arroyo Zaimán; secuestraron varias cajas con cigarrillos sueltos.

El último golpe en Posadas. Fue esta semana cerca del arroyo Zaimán; secuestraron varias cajas con cigarrillos sueltos.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]El mes pasado, la PFA interceptó un camión cisterna cargado con 100 mil gruesas en Ituzaingó[/su_note]Actualmente, las organizaciones criminales que operan en el límite entre la Argentina y el Paraguay optan por traer a este lado de la frontera cargamentos de cigarrillos y no de marihuana. El cambio en el negocio obedecería a la rentabilidad que les reportaría el tráfico de gruesas.
Esto lo confirmó el subjefe de la delegación Posadas de la Policía Federal Argentina, el subcomisario José Domingo Battaglia. «Si en los últimos meses las fuerzas no están decomisando droga es sencillamente porque los mafiosos no la están cruzando desde suelo paraguayo», explicó el oficial.
Detalló que «en contrapartida sí se están dedicando al ingreso de cigarrillos. En realidad, esta actividad nunca la abandonaron, pero en los últimos tiempos se incrementó de manera notable. Un ejemplo de esto es la carga de un millón de pesos decomisada en Corrientes el mes pasado».
El procedimiento al que hizo mención Battaglia es el que tuvo lugar en el cercano municipio de Ituzaingó, donde las delegaciones de Posadas y de Corrientes de la PFA incautaron 100 mil cartones que estaban ocultos en un camión cisterna.
«Por los datos que manejamos, a los narcos que tienen sus cultivos en el Paraguay les resulta más rentable llevar marihuana al Brasil que traerla a la Argentina. Esto tendría que ver con que, por el tipo de cambio, en territorio brasileño se pagaría mejor por los cargamentos. Con los cigarrillos pasa exactamente lo contrario, las ganancias que sacan aquí son muy grandes», apuntó el subjefe de la PFA.
En Encarnación, Paraguay (frente a Posadas), las gruesas de «Eigth» cuestan entre 5 y 6 pesos. En la capital de Misiones, luego de que los cartones cruzan la frontera de manera ilegal, pasan a costar entre ocho y diez pesos. En Entre Ríos, Buenos Aires y Córdoba, valen entre 14 y 18 pesos. En tanto, cada gruesa de un cigarrillo nacional puede adquirirse por entre 29 y 36 pesos (a veces más).
«Queda claro que las mafias tienen muy presente las condiciones de cambio de las monedas de la región y sacan provecho de cada situación. No van a apostar a un negocio que no les dé ganancias. También están atentos a otras situaciones, como por ejemplo que es más fácil transportar cigarrillos en botes que marihuana. El peso de la droga hace que los cruces sean lentos y, por ende, peligrosos para ellos. Asimismo, saben que si caen con marihuana quedan pegados a un proceso penal que podría dejarlos en prisión muchos años, mientras que por la modificación del Código Aduanero, tienen que ser sorprendidos con más de 30 mil pesos en cigarrillos para que se les inicie una causa por contrabando», señaló.
De acuerdo con Battaglia, los delincuentes de frontera nunca pasan cartones por mencionado monto, sino que van trayendo la mercancía de a poco, la acopian y después los cargamentos son colocados en vehículos para su transporte distintas ciudades argentinas.
«Los traficantes prefieren la costa correntina para desembarcar los cigarrillos. De los últimos operativos grandes registrados en transportes de carga, sólo en el del camión interceptado en Ituzaingó el cargamento se colocó en el vehículo en Misiones. Nosotros revisamos ese cisterna y el tanque estaba seco; lo que nos hace presumir que hacía tiempo servía para el traslado de mercancía ilícita. Desde ese hallazgo, se reforzaron los controles en los transportes de combustible», añadió.
«Nosotros tratamos el tema de la poca cantidad de droga secuestrada en los últimos meses en Misiones con los colegas de otras fuerzas y coincidimos en la información sobre la escasez de ingresos. No es que nos encontremos con los brazos cruzados, sino que se hacen los mismos patrullajes e investigaciones, pero el estupefaciente no aparece. Obviamente, los procedimientos en los que se incautan pequeñas cantidades se dan, lo que está estancado es el secuestro de grandes volúmenes», remató.

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