De ser necesario, se movilizaría a brigadistas de la Patagonía. El Ejército aportó cinco postas con personal entrenado en lucha contra el fuego, 100 camiones Unimog y dos helicópteros con baldes.
El coordinador del PNMF en la Mesopotamia, Jorge Krieger, informó sobre el arribo de un contingente de 37 brigadistas, refuerzo de la coordinación nacional. El personal es especializado en combate de incendios forestales, y llega con recursos propios: herramientas manuales, equipos de bombeo, comunicación, grupo electrógeno, motosierra.
La incorporación de los especialistas al combate del fuego en Misiones fue acordada ayer entre el titular de Ecología y el Secretario de Medio Ambiente de la Nación Adolfo Savino, de quien depende el Plan. «Se trata de una brigada que forman varias cuadrillas. La mitad fue designada a Misiones y quedará asentada en Apóstoles y el resto a Corrientes. Los brigadistas están preparados para trabajar en condiciones extremas, tienen entrenamiento y comunicación, capacidad de operación, justamente esto es para reforzar a la estructura provincial», explicó Krieger.
Además, el vocal del Directorio de la Administración de Parques Nacionales, Bruno Carpinetti, hizo saber que a pesar de no tener área de Parque Nacional afectado, puede movilizar brigadistas de la Patagonia en caso de ser necesario.
Por su parte, el Jefe del Ejército Teniente General Roberto Bendini puso a disposición cinco postas con personal entrenado en lucha contra el fuego en Apóstoles, Bernardo de Irigoyen, Posadas, Puerto Iguazú y San Javier, 100 camiones Unimog y dos helicópteros con capacidad de transportar tanques para arrojar agua sobre el siniestro.
Esto se suma a la asignación de tres aviones hidrantes para la región, dos que están en la zona desde diciembre y un tercero que llegó el lunes.
Desde el Ministerio de Ecología de la Provincia explicaron que se está trabajando en la detección temprana de los focos utilizando imágenes satelitales y otros medios, «luego se constata el sitio y dimensiones para evaluar el tipo de ataque, vía terrestre o si es necesaria la participación de los aviones hidrantes», indicaron.
Sistema aceitado
Según aseguraron desde la cartera que dirige Luis Jacobo, «todo el sistema está en funcionamiento, con diversas instituciones y organizaciones, con vecinos, municipios, se insiste en no realizar quemas y de avisar inmediatamente ante el menor foco que se advierta».
Mientras tanto, en Campo Grande -donde sigue vivo el foco más importante en la provincia que ya afectó a más de 1.000 hectáreas- ayer fue otro día de arduo trabajo por aire y por tierra para controlar las llamas, sin embargo hasta última hora de ayer el fuego seguía activo.
Manuel Wasilik, jefe de Bomberos Voluntarios de Campo Grande, dijo que lo que comenzó con un fueguito hace nueve días ya acarreó consecuencias «nefastas» para el agro y se devoró yerbales y reforestaciones. Pese a lo negativo de la situación el bombero destacó la solidaridad de «todo el pueblo que colabora junto a las fuerzas de seguridad, incluido el Ejército», .
Por su parte, el intendente de Campo Grande, Ricardo Andrus-zyszyn, no ahorró críticas al gobierno provincial por una supuesta falta de recursos para combatir las llamas, «las condiciones en las que estamos trabajando realmente son vergonzosas, esto me parece que ha explotado con una gravedad que no tiene límites. No estamos preparados para apagar incendios y no tenemos estrategias, ni elementos, ni un programa para hacer frente a semejante catástrofe», consignó el alcalde.
Por su parte, Valentín Fonseca, intendente de San Antonio, donde las llamas amenazan al Parque Uruguaí explicó que se torna muy dificil el combate de las llamas porque está en una zona de monte muy cerrado. «Pedimos la acción de los aviones hidrantes que llegaron a la provincia, pero va a ser muy difícil que trabajen en la zona porque no tenemos pistas de aterrizaje para las máquinas», dijo el mandatario.
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