Es el tiempo que pueden llegar a tardar quienes deseen ser atendidos en la defensoría de Menores, Pobres y Ausentes. Por día sólo se entregan diez números. La igualdad de oportunidades ante la Ley se concreta a través del libre e irrestricto acceso a las instancias judiciales de los sectores más vulnerables. [su_note note_color=»#cdcdcd»]La defensa en juicio es indispensable para el ejercicio del derecho a un debido proceso legal y justo.[/su_note]María llegó a las nueve de la noche a la puerta de la defensoría de Menores, Pobres y Ausentes, pero cuando ella llegó unas cinco personas ya se encontraban instaladas sobre la calle Rioja a metros de la Rivadavia desde antes que el sol se escondiera. La mujer, junto a su hija de 15 años, deberá esperar hasta las siete de la mañana del otro día para que le den un número y esperar algunas horas más para que le extiendan un simple certificado.
Sólo diez familias esperaron durante toda la noche del domingo y la madrugada del lunes, sucede que a las siete sólo se entregan diez números y nada más. Todos ellos tenían que ser atendidos por un defensor oficial por carecer de dinero para poder contratar un abogado particular. La misma historia se repite casi todas las noches.
«Lo que pasa es que estamos desbordados y nos vemos obligados a tener que dar cierta cantidad de números y nada más», esgrimió una de las empleadas del juzgado, después de despachar a un padre que llevaba a su bebé en brazos. Previamente, el hombre fue advertido que para poder obtener un numerito primero tenía que montar guardia durante toda una noche. Aquello que la justicia lenta deja de ser justicia, pareciera ser sólo un axioma más.
La guardia del domingo fue la segunda que realizó María, la primera había sido el miércoles. El jueves por la mañana se enteró que los empleados judiciales se encontraban de paro.
Esta situación no sólo se vive en la defensoría de Menores, Pobres y Ausentes. Una problemática similar se observa en las puertas del único juzgado de Paz que se encuentra funcionando en Posadas, y en las defensorías de Instrucción.
Las diferentes jornadas de paro que realizaron los empleados judiciales desde que finalizó la feria judicial, forman parte de un ingrediente más de la crisis del servicio de Justicia que presta del Poder Judicial de Misiones.
