«El plan sanitario ganadero nacional es ineficiente»

Diego Sabatini, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina (UCA) e investigador del Centro de Altos Estudios Gándara, especificó que el país «no puede tener un programa único porque cada zona ganadera tiene una problemática distinta» y que por eso «no da los resultados esperados». Advirtió sobre el avance de la hacienda brasileña.
Baradero, Buenos Aires. «El plan sanitario ganadero nacional es ineficiente». Diego Sabatini, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina (UCA) e investigador del Centro de Altos Estudios Gándara, definió con esos términos a la política sanitaria aplicada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agrolimentaria (SENASA) durante su disertación acerca de «La sanidad en rodeos de cría como factor de producción», en la edición 2005 de la Feriagro, que culminó el domingo en Baradero, Buenos Aires.

Más tarde, en diálogo con MisionesOnLine.net, el facultativo amplió sus conceptos que a esa altura habían generado cierto rechazo por los funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación (SAGPYA) que se encontraban recorriendo la muestra del campo.
«No se puede aplicar un modelo sanitario único por que cada región o zona vive una problemática distinta y debe contar con una política adecuada a su realidad», precisó Sabatini.

«No es que no exista un programa de sanidad animal, pero así como está aplicándose no sirve. Hay que ajustar el modelo a cada situación en particular, no tomar modelos únicos porque no es la misma situación del ternero de un productor neuquino que uno de La Pampa o de Tandil o de Misiones o Formosa. La problemática es totalmente distinta, por eso digo que hay que sistematizar un plan para cada región, zona o provincia porque así como está funcionando es ineficiente».

Sabatini sostuvo que lo ideal sería sistematizar un área, realizar «una especie de encadenamiento donde los asesores técnicos se vinculen con la problemática del establecimiento (ganadero) con la problemática regional y con los mercados. Que cada asesor sepa concretamente con qué problemática está trabajando para poder diagramar de mejor manera su tarea».

Puso como ejemplo las zonas de fronteras donde el problema principal pasa por contener el ingreso de la fiebre aftosa de los países vecinos como Bolivia y Paraguay. «Allí de aplicarse un plan fuerte que evite la importación de esa enfermedad», dijo.

Zona de peligro
En ese sentido, el investigador y docente de la UCA afirmó que las zonas que tienen frontera con Bolivia y Paraguay «son las más vulnerables a la propagación de la aftosa, son áreas donde existen las mayores riesgo de brote. Si bien en la Argentina hace 17 meses que no hay una actividad vírica, sí hay actividad vírica en la frontera con esos dos países. Eso significa que todo el plan de lucha y de barrera de contención debe estar focalizado en esos puntos, por que hay que evitar el ingreso y la propagación de la enfermedad al país».

Sabatini, quien ratificó en varios pasajes de la entrevista que el productor «no tiene por qué llorarle a los técnicos del SENASA para que lo asistan porque son éstos los que tienen que estar al servicio del trabajador, aseguró que la frontera constituye «la única vía de ingreso de la aftosa al país a través de la hacienda en pie, o por lo menos en los últimos años fue el único canal de propagación. La diferencia de precios que había entre animales de Argentina y Paraguay, por ejemplo, hizo que muchos productores nacionales incorporaran animales del vecino país que padecían la enfermedad, lo que generó todo el problema sanitario en el 2001», recordó.
«Ahora tomando al estado nacional en su conjunto no hay problemas respecto a otras enfermedades, salvo las apariciones de los brotes de la ’vaca loca’ en un país vecino y eso ha generado un conflicto en el reposicionamiento de nuestro país como libre de enfermedades».


Más adelante, Sabatini no le restó importancia a la apertura de mercados para la carne argentina como consecuencia del reconocimiento de libre de aftosa desde enero de este año, -eso es indiscutible, dijo- aunque advirtió que el desafío no pasa simplemente por ser un país sin enfermedades en el ganado, «sino por la ineficiencia de que tiene el primer eslabón de la cadena cárnica respecto al rendimiento productivo. Y atenta contra el rendimiento productivo las enfermedades infectocontagiosas, parasitosis, problemas de manejos y problemas nutricionales».

«Como ha sucedido en la sequía del 2003-04 en la zona de Norte y en especial la zona de ustedes -dijo con relación al Noreste Argentino (NEA) y a Misiones en especial- han sufrido la falta de disponibilidad de agua, el tema es complejo desde el concierto nacional. Y si bien es bueno desde el punto de vista de las exportaciones, ahora hay que salir a ofrecer productos en un contexto diferente, sobre todo lo que significa materia sanitaria, manejo y una descapitalización del stock ganadero»

El avance de Brasil
Por otra parte, el especialista del Centro de Altos Estudios Gándara sostuvo que Argentina no le debe quitar el ojo a lo que está haciendo Brasil con su hacienda.
«El avance de la ganadería de Brasil es una señal de alerta para la producción nacional. El vecino país -sobre todo los estados del Sur, aclaró-, puso en marcha un plan estratégico basado en el márketing muy importante que le permitió avanzar en los mercados internacionales con buena posición, con productos que no tienen nada que ver con la calidad argentina, pero está avanzando a pasos agigantados porque tienen promoción».
«Nuestro país no puede cederle más espacio al Brasil y debe promocionar su statu de país libre de aftosa con vacunación arriba del paralelo de 42 grados y sin vacunación por debajo de esa línea», finalizó a manera de sugerencia.

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