El magistrado señaló que no recibió la apelación de la fiscal Margarita Wenner. La resolución será revisada. El juez Correccional y de Menores José Domingo Rotela defendió la resolución por la cual consideró que expiraron los plazos para investigar al ex juez Ramón Moisés Grinhauz por el blanqueo con oficios judiciales de lujosos autos robados.
El magistrado negó haber recibido presiones para expedirse por el sobreseimiento de los once imputados que tiene la causa que se inició en septiembre de 2001.
«Los jueces estamos impedidos de realizar comentarios sobre las causas que manejamos, pero hablamos por nuestros fallos. Nunca en mi vida he aceptado ni permitido presión alguna en ninguna función», afirmó Rotela.
El magistrado había dicho el lunes que su resolución había quedado firme y no era apelable. Pero ayer sostuvo que «la biblioteca está repartida: algunas autores dicen que sí y otros que no. Entonces deberá intervenir un Tribunal superior para juzgar mi conducta y mi fallo».
Rotela firmó la polémica resolución el pasado viernes, un día después de reintegrarse de una larga licencia médica que lo tuvo alejado de su despacho desde julio del año pasado.
El juez sostuvo que los plazos para investigar a Grinhauz, el ex secretario penal Diego Ojeda, al oficial de la Policía Federal Luis Aníbal Perié, el empleado público Rubén Alfredo Miérez y a otros siete imputados.
La causa estalló en septiembre de 2001 y obligó al por entonces juez de Instrucción 2 a presentar su renuncia al cargo.
Tras perder sus fueros, Grinhauz fue detenido por orden de la jueza Selva Raquel Zuetta, quien lo procesó como jefe de una asociación ilícita.
Ese fallo fue revocado parcialmente por el Tribunal Penal 1, que ordenó realizar una nueva indagatoria y profundizar la investigación.
El juez Rotela tuvo al causa durante un año y medio en su despacho y ahora decidió sobreseer a todos por considerar que se terminaron los plazos legales.
