Oberá. Los productores misioneros no solo tienen que sortear los obstáculos que significan la falta de agua y la profunda sequía que los afecta sino también otros inconvenientes. En el caso de los productores tealeros, ahora también los ácaros afectan las brotaciones de sus plantaciones.
Helmut Kumritz, representante del Ministerio del Agro en Campo Viera, sostuvo que «esta sequía está afectando al productor primario, las plantaciones nuevas no están brotando y encima se han presentado ácaros que son muy raros en esta época, por lo que esta muy complicado».
Explicó que «el año pasado tuvimos una sequía pero no tan grave, ya que en diciembre del 2003 llovió al menos unos 500 mm y este año nada, prolongado en el tiempo. Este año además como ya tenemos las plantaciones reducidas desde el año pasado, se hace sentir más el perjuicio y además no se vislumbra lluvias para marzo».
Señaló que las pérdidas dependen de las lluvias y de cuando aparezcan «no podemos saber cuanto perjuicio ocasionará pero ya ha afectado más que el año pasado», apuntó.
Aclaró que con los precios que finalizó la campaña pasada hubo gran optimismo y muchos colonos se volcaron hacia esta producción y en este sentido muchos colonos se verían afectados.
«Los ácaros impiden la brotación pues se alimentan de la savia, y está a destiempo, porque se presentan a mediados de octubre, noviembre y no ahora, aunque es consecuencia de la misma sequía ya que se desarrolla en ambientes secos».
Kumritz reconoció que los colonos consultan mucho al respecto y en realidad sostuvo que «en lo que tienen que tener cuidado es con los productos que se usa, debido a que cada uno posee días de carencia diferentes, es decir, desde que se utiliza hasta la cosecha».
La prolongada escasez de agua ya causó una merma considerable en la producción durante campaña pasada y el mismo escenario se repite en la actual cosecha.
Ocurre que la falta de lluvias retrasa considerablemente la brotación de las plantaciones. Los productores empezaron la cosecha en octubre con optimismo, pero la seca evaporó la perspectiva favorable y se estima que el volumen final no llegará al promedio de los últimos años que se ubicó entre los 55 a 60 mil toneladas de té seco.
Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) «es muy evidente la disminución de la brotación de este cultivo.
