La posibilidad de que las parejas homosexuales puedan adoptar chicos abrirá un polémico debate en lo que refiera a la educación de los niños. Es de esperarse desde los diferentes sectores cuestionamientos de lo que psicológicamente «corresponde» en la etapa de crecimiento. En ese sentido, la psicopedagoga Romina Chas señaló que «nadie puede aseverar qué daños le acarreará al niño crecer con padres homosexuales en caso de que realmente hubiese daños» en tanto reconoció: «siempre debe existir un figura masculina y femenina en la crianza de un niño».
«Hay abordajes que explican la elección sexual, en tanto la sexualidad comienza desde el nacimiento de la persona y el niño conforma su identidad sexual en función de una serie de identificaciones proyectivas e introyectivas con los progenitores o responsables a su cargo», explicó. Teniendo en cuenta esto, la profesional señaló que el conflicto en el pequeño sería en la fase del complejo de Edipo. «Considero que habría que evaluar cada pareja en particular, así como los hetrosexuales deben pasar por un examen psicológico antes de adoptar, los homosexuales también», indicó.
Complejo de Edipo
Los psicólogos llaman «Complejo de Edipo» a una fase por la que pasan todos los chicos. El niño de tres años ya ha comprendido que existen diferencias entre los sexos y nota que sus padres están unidos por lazos afectivos.
También se da cuenta de que la relación entre su padre y su madre es distinta a la que él tiene con ellos. Esto es lo que hace que surjan celos y que el amor hacia su madre, hasta entonces muy infantil y caracterizado por la dependencia, adquiera ahora esos matices de apasionamiento y romanticismo.
Las señales de que el niño está pasando por esta fase de Edipo no son siempre claras pero se traslucen de alguna forma.
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