El gremio rural cargó duramente contra una cooperativa de trabajo de San Vicente que pretende representar a los obreros en el organismo. También cuestionó a los Directores del sector productivo. Buscaría el apoyo de los correntinos.
Cardozo recordó que el gremio tiene más de 20.000 afiliados
Como si no tuviera suficientes polémicas internas, el Directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) será el escenario de la dura pelea que promete dar la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) por conservar su lugar en el Directorio, como representante del sector laboral.
El tema fue tratado ayer durante la reunión semanal del INYM y aunque no hubo definiciones, desde la UATRE anticiparon que no cederán su lugar a la Cooperativa de Trabajo de San Vicente, la que fue calificada como un «fraude laboral» por el sindicato que conduce Carlos Cardozo, delegado regional de Misiones y el Norte de Corrientes.
Lo que más llamó la atención al dirigente fue que un sector del INYM haya dado curso al pedido de una cooperativa que cuenta solamente con 19 socios y que está muy lejos de tener la representatividad de la zona productora de yerba que comprende Misiones y Corrientes. Además -subrayó- la Ley Yerbatera exige a las entidades una antigüedad mínima de cuatro años, un requisito imposible de cumplir ya que fue creada recientemente.
Para la UATRE la «movida» que se gestó en contra suya es «alentada y propulsada por sectores de la patronal y de la política, como el caso del intendente de San Vicente, Luis Benítez».
«Lo que pasa es que nos pidió que le demos una mano para crear la cooperativa, pero le dijimos que no porque no favorece a los trabajadores. Ahora se está tomando revancha», explicó uno de los hombres más cercanos a Cardozo.
La cooperativa es liderada por Ángel Dos Santos y Luis Rodríguez, quienes meses atrás tenían una relación diferente con la UATRE, ya que el gremio los ayudó a poner en marcha una serie de huertas. Quienes recuerdan la iniciativa responsabilizan a los cooperativistas por el abandono posterior del proyecto.
El principal argumento esgrimido contra la UATRE es que aún no presentó al INYM la memoria y balance 2.004. Luego de remarcar que los papeles fueron presentados al Ministerio de Trabajo y a la DGI, desde el gremio afirmaron que la «maniobra» no es otra cosa que una «revancha». Ocurre que el año pasado el secretario general del gremio, Gerónimo Venegas, pidió el gerente del INYM información acerca del número de molinos, secaderos y productores inscriptos, con el objetivo de ayudar al combate del trabajo en negro y a la erradicación del trabajo infantil en las chacras.
En la UATRE también responsabilizan a Directores que representan a la producción primaria. «Molestamos porque queremos que la ley sea pareja para todos», resumió Cardozo. El sindicato no piensa quedarse con los brazos cruzados y es muy probable que busque aliados fuera de Misiones. Concretamente se trata del apoyo que la UATRE daría al pedido efectuado por Corrientes para ampliar del número de integrantes del INYM y lograr mayor representación para la provincia vecina.
Ayer el INYM abrió un compás de espera y decidió pedir a la UATRE Nación que envíe la documentación requerida.
El INYM acordó ayer que el 21 de este mes comenzará la Sesión Especial para determinar los valores de la materia prima (hoja verde y canchada) que regirán entre el 1° de abril y el 30 de septiembre.
El punto de partida serán los actuales precios de 31 centavos para el kilo de hoja verde y de 1,18 pesos para la canchada.
Los integrantes de la cadena yerbatera consideran, con ciertos matices, que el 2.004 fue uno de los mejores años para la actividad. Y en ese sentido destacan la importancia del Instituto Yerbatero en la mejora sustancial que tuvo la materia prima desde su puesta en marcha, a mediados del 2.002.
Antes del INYM, el kilo de la hoja verde se ubicaba por debajo de los cinco centavos, lo que generó la airada protesta de los agricultores mediante los tractorazos del 2.001 y 2.002.
Las sesiones especiales del INYM se efectúan semestralmente y si el Directorio no llega a un acuerdo por unanimidad, pasa a un laudo de la SAGPyA.
