Las 11 canillas públicas que habían sido dadas de bajas volvieron a funcionar el viernes. La cooperativa eléctrica recurrirá a la Justicia en reclamo de una supuesta deuda de 800 mil pesos. Desde la comuna, ratificaron que la deuda «no existe».
Montecarlo. La Cooperativa Eléctrica de Montecarlo Limitada (CEML) reestableció el servicio de agua potable que se distribuye a través de las canillas públicas a unas 100 familias por el término de 15 días, mientras continua la disputa sobre una supuesta deuda cercana a los 800 mil pesos que la Municipalidad local mantiene con la entidad por el funcionamiento de los 11 grifos que en el transcurso de la semana pasada habían sido dado de bajas.
La decisión de la CEML se concretó el viernes pasado que permite que los pobladores de los barrios San Lorenzo, Horizonte, Las Flores, Sarmiento, Retiro, Paz, Guaraypo y de la zona conocida como la Fábrica de Té, entre otros, accedieran al vital líquido por dos semanas, tiempo en que la comuna y la cooperativa tratarán de ponerse de acuerdo sobre la supuesta deuda que la CEML de 800 mil pesos le reclama al Ejecutivo, que no reconoce esos montos como una obligación aduciendo que «es ilegal».
Así las cosas, lo más probable es que el conflicto se dirima en los estratos judiciales puesto que pareciera que ninguna de las partes está dispuesta a ceder en su postura.
Ayer, el titular de la cooperativa, Reinaldo Kayser, confirmó la reconexión de las 11 canillas públicas pero anticipó que el reclamo de la «la deuda que la comuna mantiene con nosotros sigue vigente. Aún no hicimos la presentación de la demanda por la feria judicial, pero los asesores legales están trabajando en ese tema», anticipó.
Consultado acerca que si el reclamo de la CEML no tiene sustento legal, como aducen desde el Ejecutivo, Kayser no dejó dudas. «Se firmaron varios convenios para la habilitación de las canillas en varios barrios, tenemos los papeles donde la Municipalidad desde 1992 autorizaba la puesta de funcionamiento de este tipo de servicio, que los anteriores intendentes fueron pagando en la medida de sus posibilidades. En 1999 la deuda del municipio era de 132 mil pesos, hoy la cifra llega a los 800 mil pesos, incluyendo el servicio de energía eléctrica que la cooperativa presta en los comedores y clubes que dependen de la comuna», aseguró.
La CEML habilitó más de 20 canillas públicas, 7 en el último año y medio durante la gestión de Kayser, pero las que están en conflicto son 11. El presidente de la CEML acusó que la Municipalidad «sólo acepta las deudas que se generan por los grifos que se habilitaron durante el mandato del actual intendente (desde 1999 el sillón municipal es ocupado por Ricardo Omar Meili del Frente Vecinal del Reencuentro); entonces está claro que están actuando para sus conveniencias».
Al mismo tiempo, insistió que el servicio se reestableció por 15 días «solventado por la cooperativa» y que cumplido ese plazo «volveremos a cortar si no hay una solución con la comuna».
Kayser expresó además que mensualmente, la cooperativa eléctrica tiene un gasto fijo cercano a los 9 mil pesos que es originado por el proceso de potabilización del agua que se sirve de las canillas públicas.
«No existen deudasa»
Por su parte, el viceintendente de Montecarlo Hugo Crohare, ratificó la postura de la comuna sobre la ilegitimidad de la deuda reclamada. «El municipio sólo se hace cargo de las deudas que tienen sustento legal legítimas, independientemente de qué intendente la originó, pero no vamos a pagar algo que no corresponde. Si no hay papeles de por medio, la Municipalidad no está dispuesta a erogar ningún monto porque después en el balance no habrá manera de justificar esos gastos», puntualizó.
Crohare, quien está al frente del municipio en lugar de Meili, quien se encuentra de vacaciones, insistió en que «las deudas legítimas que pagamos son aquellas que fueron oficialmente solicitadas y cuentan con el respaldo de una ordenanza del Concejo Deliberante, una resolución del Departamento Ejecutivo Municipal, o una orden de compra, como debe ser toda operatoria de un ente oficial como es un municipio».
«No vamos a reconocer las deudas simplemente porque para nosotros no son deudas por no contar con el aval correspondiente. Lo que pasa es que estos tipos de maniobras de habilitar canillas públicas se instrumentaron en 1992 en el marco de favores políticos entre los anteriores jefes comunales y presidentes de la cooperativa y nunca se blanquearon, y ahora quieren hacerlo pasar como una obligación de la comuna», finalizó.
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