El Registro Unico del Automotor de Paraguay no frenó la ilegalidad

El reempadronamiento de vehículos tuvo un costo estimado de 32 millones de dólares. Pero las irregularidades persisten. En total, en dicho Registro están inscriptos 545 mil rodados. Lo que parecía el certificado de defunción del mercado de automóviles robados en Paraguay terminó siendo un fracaso. El diario ABC Color señaló la semana pasada que existen numerosas irregularidades y deficiencias en el Registro Unico del Automotor.

Se sabe que buena parte del parque automotor paraguayo está compuesto por vehículos sustraídos en Argentina y Brasil. Es por eso que en 1994, durante la presidencia de Juan Carlos Wasmosy, se decidió crear dicho registro, que contaba con el aval de los ministerios del Interior y Justicia y Trabajo; la Cámara de Distribuidoras de Automóviles y Maquinarias, el Colegio de Escribanos y la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal.

Sin embargo, la Ley se puso en vigencia en 1998 pero el reempadronamiento se inició recién en octubre de 2.000.

Hasta ese entonces, eran los municipios los encargados de registrar los vehículos y entregar las correspondientes chapas patentes. Para realizar el trámite era suficiente contar con un boleto de compraventa rubricado por un escribano.

En su momento se estimó que más de la mitad de los automóviles y camionetas que circulaban en la nación vecina eran ilegales. Los grabdes proveedores de esos vehículos eran Argentina y Brasil.

Es por eso que el Gobierno decidió «blanquear» esos rodados y se los inscribió sin demasiados inconvenientes.

En total se registraron 545 mil vehículos, a un costo estimado de 32 millones de dólares. Cada propietario debió abonar unos 180 pesos para reinscribir su rodado.

Al momento de la puesta en vigencia del Registro Unico del Automotor las autoridades dijeron que el organismo iba a terminar con el robo, el tráfico y la ilegalidad en el mercado automotor paraguayo.

En su momento el Estado realizó un aporte de 400 mil dólares para poner en funcionamiento el Registro, que quedó bajo la responsabilidad de la Suprema Corte de Justicia.

El Registro tercerizó varios de los servicios y la empresa Benito Roggio e Hijos se quedó con la confección de las nuevas chapas patentes alfanuméricas, similares a las que se utilizan en Argentina desde 1996. La firma Viviendas Paraguayas, en tanto, tiene a su cargo la verificación de los rodados y el grabado de los dominios; mientras que Electromon aportó el sistema informático, señaló el diario de Asunción.

Si bien ahora el otorgamiento de las cédulas verdes y matrículas está centralizado en un único organismo, las irregularidades persisten.


Datos

El diario paraguayo estableció que existen numerosas chapas patentes que aparecen duplicadas y triplicados. Ocurre lo mismo con la numeración de los motores, que tienen 20 registros similares.

Del cruce de datos surgió que también hay 2.132 registros de chasis con el mismo número repetido, otros 528 triplicados y 296 triplicados.

En muchos casos existen casilleros que aparecen en blanco, lo cual hace suponer que el personal del Registro no efectuó el control correspondiente.

Según la investigación de ABC Color, en el listado de vehículos se hallaron irregularidades en unos 20 mil registros. En algunos casos no existen los domicilios declarados por los supuestos propietarios de los rodados.

La falta de controles mantiene saludable el mercado de los autos «mau».

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