Distinción internacional para Chango Spasiuk

El acordeonista e intérprete de chamamé fue premiado por la BBC World Music Award de Londres como mejor artista revelación 2004. La entrega de premios se realizará el 5 de marzo en la ciudad de Newcastle, al norte de Inglaterra.

Chango Spaciuk, el acordeonista e intérprete de chamamé fue premiado por la BBC World Music Award de Londres como mejor artista revelación 2004. Es la primera vez que la cadena británica otorga un premio de estas características a un artista de folclore argentino.
El artista misionero, que se mostró «muy contento» con la grata novedad, dijo en una entrevista a Télam que estará presente en la ceremonia de entrega de premios de la BBC, que se realizará el próximo 5 de marzo en la ciudad de Newcastle, al norte de Inglaterra.
«Creo que es el premio más grande que se da en Europa a las músicas del mundo», señaló el músico, que el año pasado editó en el viejo continente su nuevo álbum, «Tarefero de mis pagos», que recién saldrá a la venta en la Argentina a fines de marzo.
Indudablemente el músico está dando vueltas por completo la música chamamecera argentina, y el mundo lo reconoce. Este género tan tradicional como las alpargatas y las bombachas de gaucho que viste a tiempo completo y no sólo en sus presentaciones en vivo, es ahora exportado por un misionero.


El primer acordeón


El Chango Spasiuk nació en septiembre de 1968 en Apóstoles. Se llama Horacio, pero si alguien gritara ese nombre en la calle él no se daría vuelta. Desde niño le dicen Chango.
Era carpintero de lunes a viernes y los fines de semana tocaba el violín en las kermeses, en las fiestas. Familiares y amigos solicitaban su presencia para alegrar las reuniones y él tenía asistencia perfecta en cada una de ellas.
A los 12 años tuvo su primer acordeón e incursionó desde entonces en el género musical con el apoyo incondicional de su padre, quien no subestimó su talento y le prohibió seguir trabajando en la carpintería para que no se lastimara las manos, como se habían lastimado todos sus hermanos.
Su primer gran desafío lo tuvo cuando de un programa de televisión le propusieron tocar en vivo. A partir de allí las invitaciones de distintos festivales provinciales comenzaron a llover en la casa de los Spasiuk
Durante todo el año 1988 peregrinó hacia Buenos Aires. Ya en 1989 habían pasado diez años desde que a los doce se colgara el acordeón por primera vez. Había recorrido el país tocando en festivales, había salido de gira con sus músicos
El Festival de Cosquín, algo así como una meca para la mayoría de los folcloristas locales, que cada enero se celebra en la localidad cordobesa del mismo nombre, lo tuvo entre sus participantes.
El éxito fue rotundo y su nombre estuvo en boca de muchos argentinos que lo vieron por televisión; además obtuvo el premio Consagración de ese año, uno de los galardones más preciados de este evento. Desde allí no cesó el éxito que caracteriza a su carrera artística.


El galardón


El World Music Award fue creado en 2002 por la BBC de Londres, a raíz del notable crecimiento del fenómeno de la denominada «world music», un terreno amplio y heterogéneo en el que se combinan sonidos e instrumentos que celebran la diversidad de las culturas del mundo. Junto a Chango Spasiuk, otros artistas argentinos que estaban nominados a los premios de la BBC eran Gotan Proyect, en la categoría Club Global, y Bajo Fondo Tango Club, en la categoría Américas, pero ninguna de estas dos propuestas que combinan el tango con la música electrónica lograron obtener premios.
Con el galardón, Spaciuk marcó una nueva etapa en la historia del folclore. El año pasado editó en el viejo continente su nuevo álbum, «Tarefero de mis pagos», que recién saldrá a la venta en la Argentina a fines de marzo. Justamente ese disco -el primero que Spasiuk edita en Europa- es el que escucharon los jurados para premiarlo y con este galardón empezará a seguir los pasos de Raúl Barboza, un precursor en la difusión del chamamé en Francia.
El año pasado relanzó sus tres discos anteriores («Pozoña», de 1996, «Polcas de mi tierra», de 1999, y «Chamamé crudo», de 2001), atribuyó el premio a «una suma de cosas, entre las que están el disco nuevo y los conciertos en Europa».

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