El hechizo de las playas de Buzios no es fácil de eludir…

Buzios está localizada a 170 kilómetros de Rio de Janeiro. Posee más de 20 playas de aguas cristalinas, gran vegetación y vistas deslumbrantes con las que la «madre-naturaleza» la privilegió. Desde Posadas hay excursiones al lugar.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Buzios se consolidó como atracción a partir de los inicios de los '80, cuando los argentinos lo tomaron como cita obligada de las vacaciones[/su_note]Son los primeros rayos del sol el mar adquiere el transparente turquesa que mantendrá durante todo el día, esa tonali-kiad qie, surcada por las pintorescas y coloridas embarcaciones -y rodeada del verde de los pequeños morros y el plácido blanco de las playas-, hace del lugar un anhelado paraíso como el que siempre se ha soñado conocer.
Buzios está localizada a 170 kilómetros de Rio de Janeiro. Posee más de 20 playas de aguas cristalinas, gran vegetación y vistas deslumbrantes con las que la «madre-naturaleza» la privilegió.

Un poco de historia


Armacao dos Buzios fue -hasta los años 60- una pequeña y pacífica aldea de pescadores que gracias a la visita de Bri-gitte Bardot durante la década del ñower power -más precisamente en 1964- comenzó su lenta transformación hasta convertirse en el maravilloso destino turístico que en la actualidad visitan miles y miles de personas durante todo el año.
La estrella de cine francesa llegó a Buzios en compañía de su novio de entonces -que era brasileño- y ambos se alojaron en la Posada del Sol, el primer centro de hospedaje que tuvo el pueblo y que nació del sueño -y hasta del delirio- de Ramón Avellaneda, uno de los pioneros argentinos en estas playas que llevó adelante su proyecto cuando aquí apenas se instalaban el agua corriente y la luz y aún no existía ningún televisor.
La Bardot, precisamente, quedó maravillada con esa rusticidad que -alejada del mundo del espectáculo, y del mundo mismo- dejaba traslucir la inconmensurable belleza de la naturaleza. En aquellos lejanos días, la diva pudo disfrutar del anonimato que ya había perdido y de una estadía que no olvidaría jamás. Junto a ella viajaron también periodistas de distintos e importantes medios de prensa de Francia y pronto las fotografías comenzaron a recorrer el mundo.
Así fue que esta hermosa localidad adquirió la fama internacional que hoy tiene.

Se consolidó en los 80


Si bien durante la década del 50 la zona ya era frecuentada por la clase alta de Rio de Janeiro que buscaba paz y exclusividad, Buzios se consolidó como atracción a partir de los inicios de los ’80, cuando los argentinos lo tomaron como cita obligada de las vacaciones y su encanto logró que muchos de ellos -casi tres mil en la actualidad- se radicaran allí y emprendieran diferentes proyectos que hoy son bares, restaurantes o hermosas posadas.
Entre los que fueron fascinados por la belleza de Buzios figura el Gato Du-mas, que llegó desde San Pablo en 1974 y permaneció hasta 1980. Otra argentina que eligió este lugar para quedarse a vivir fue Graciela Vismara, dueña de Abracadabra, una boutique que vendía ropa hippie y que impuso la moda de los pareos y los vestidos de bambula. Actualmente, Graciela es la propietaria de la sofisticada y más grande galería de compras de la zona céntrica.
Es que el hechizo de Buzios no es fácil de eludir. Hay algo en su atmósfera que envuelve y enamora de forma instantánea y ya es imposible hacer nada, salvo relajarse y entregarse a su magia y su sensualidad.
En Posadas, entre otras empresas, esta excursión la ofrece la agencia de viajes y turismo «Carlota Stockar». Los precios son accesibles y hay planes de financiación para los paquetes turísticos ofrecidos.

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