La normativa contempla penas más severas por irregularidades en operaciones de importación. Comerciantes locales esperan que disminuya la competencia desleal generada por la informalidad. Paraguay puso ayer en vigencia un nuevo código aduanero cuyo principal objetivo es incrementar los ingresos del principal recurso fiscal del vecino país: los impuestos a la importación.
Si bien el nuevo régimen no determina incrementos en las tasas, sí impone mayores multas frente a cualquier irregularidad y convierte a la Aduana en una entidad descentralizada y autónoma cuyo financiamiento estará determinado por la recaudación que logre, mediante este esquema pretenden incentivar mayor «productividad» por parte de los inspectores.
Aunque esta nueva medida adoptada por el vecino país no genera un impacto inmediato en la actividad económica provincial, los comerciantes locales esperan que el nuevo código sirva para elevar los niveles de formalidad del comercio en Paraguay.
Los empresarios locales estiman que aunque se mantengan las asimetrías impositivas, es esperable que un mayor rigor en los controles aduaneros de Paraguay sirva para disminuir la competencia desleal que supone la comercialización en el vecino país de mercaderías ingresadas en forma ilegal.
Además de incrementar sus ingresos aduaneros, el Gobierno de Paraguay pretende que la reducción del contrabando sirva además para facilitar el control del cumplimiento de los impuestos al comercio interno, ya que resulta mucho más facil controlar el destino de las mercaderías ingresadas en forma legal.
En tanto que los comerciantes misioneros confían que una reducción de los niveles de informalidad de la economía en Paraguay sirva para reducir en parte las asimetrías existentes en la comercialización de artículos importados, especialmente aquellos provenientes de países ajenos al Mercosur, considerados extrazona.
La norma
La normativa fija una serie de cambios profundos en la estructura de las aduanas de Paraguay, otorgándoles nuevas atribuciones y responsabilidades. Asimismo, determina una serie de procedimientos para el desaduanamiento de las mercaderías, ampliando las responsabilidades de los operadores que intervienen en el proceso (importadores, despachantes de Aduanas y transportadores).
El Código contempla sanciones más severas para los operadores del comercio exterior que incurran en algún tipo de irregularidad o ilegalidad. Las sanciones más severas se extenderán a aquellos que presenten a Aduanas facturas falsificadas. La administración tendrá potestad para realizar controles no sólo en la zona primaria (dentro del recinto portuario), sino también en la zona secundaria (en depósitos y otros tipos de establecimientos).
Habrá más exigencias para los despachantes, quienes deberán tener una cuenta corriente bancaria y contratar una póliza de seguro de 7.500.000 dólares a fin de garantizar su trabajo.
Además se creará una oficina de control interno con el objetivo de sanear la institución, se buscará fortalecer el departamento de control a posteriori a fin de determinar si las mercaderías ingresadas al país vecino son correctamente desaduanadas y cobrar la diferencia de tributos que correspondan.
Camiones bajo la lupa
La preocupación de los transportistas de carga que cubren rutas internacionales son la contracara de las expectativas positivas que genera en los comerciantes locales el nuevo régimen aduanero de Paraguay.
Es que la normativa que ayer entró en vigencia introduce multas mucho más severas para las empresas de transporte en caso de registrarse alguna irregularidad, incluso se prevé la incautación del vehículo en algunos casos, además los transportistas son solidariamente responsables en casos de contrabando.
Los empresarios temen que las autoridades del vecino país se valgan de estos instrumentos para desfavorecer a las empresas de transporte argentinas.
