Las playita Itacurubí, el cámping municipal y el arroyo Garupá recibieron a numerosos bañistas que buscaron alternativas para aplacar el intenso calor que en la jornada de ayer llegó a los 36° C y en que en horas del mediodía marcó 39 ° de ST.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Algunos veraneantes pidieron que se reacondicionen lugares para aplacar el calor.[/su_note]La agobiante sensación térmica de ayer invitó a muchos de los posadeños a volcarse a las playas – habilitadas o no – y campings de la ciudad y sus alrededores. Pese a que el pronóstico del tiempo anuncia lluvias que traerán aparejadas importantes bajas en la temperatura, los especialistas recomiendan cuidados extremos para este verano que recién comienza.
En una «mini» recorrida se observó veraneantes en la Playita «Itacurubí», la «Heller», el «Camping municipal» y a orillas del arroyo Garupá.
Alternativa cerca
Uno de los lugares que se presenta como una alternativa cerca de la hora de pasar un tiempo al aire libre y practicar deportes es el «Camping municipal».
En el predio reacondicionado para la temporada, los visitantes cuentan con sanitarios, servicio de cantina, canchas de fútbol y voley y un servicio de vigilancia permanente.
El encargado del lugar manifestó que durante todo el día asisten personas para disfrutar de un asadito en familia o del muelle de pesca.
«La afluencia de turistas se empieza a notar y este lugar es una de las alternativas por la sombra, los turistas vienen a pasar la noche y se van a las Cataratas de ida o de vuelta ya que es el único lugar con esas instalaciones», indicó.
También hay parrillas, quinchos, duchas, y los precios son accesibles.
La entrada al lugar cuesta un peso por persona, al igual que el vehículo; la instalación de carpas tres pesos; la bajada de lanchas dos con cincuenta y el amarre de barco treinta.
Estela; Romana y Enrique Gauna son de Posadas y eligieron el camping municipal para disfrutar de la sombra y poder refrescarse a pesar de no poder ingresar al agua.
Destacaron la limpieza de los baños y el espacio para acampar, la tranquilidad, cuidan esos detalles que deberían ser imitados en toda la ciudad, «porque en Posadas hay muchos baños públicos que dejan que desear».
Veraneo en Posadas
Uno de los lugares preferidos por grandes y chicos es la playita Itacurubí, en el denominado solarium de la Costanera.
Allí Franco de 17 y Alfredo de 15 comentaron que si bien en el lugar faltan bañeros y medidas de seguridad, siempre los fines de semana se llena con familias enteras, grupos de amigos y parejas que vienen a pasar un momento agradable y a disfrutar del sol.
En ese sentido, semanas atrás, el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Julián López, informó que se iniciaron las tareas de desmalezamiento, limpieza y nivelación en la zona.
Pese a que el objetivo era reinaugurar el predio antes de fin de año o los primeros días de enero, aún las obras están inconclusas y demandarán unos días más.
En ese sentido, había comentado que la tarea de la comuna se divide con la empresa concesionaria que explotará el espacio recreativo.
Así, mediante el decreto 1.377 la concesión y todas las instalaciones recae sobre la persona de Miguel Procopio, quien tendrá a su cargo la tarea de restaurar las estructuras existentes y mantenerlas por un lapso de 39 meses.
En ese marco, el concesionario deberá arbitrar los medios para contar con un servicio de tres guardavidas como mínimo para garantizar la seguridad de los bañistas; el sistema de señalización requerido por la Prefectura Naval; un plantel diurno y nocturno a los efectos de seguridad y vigilancia del predio.
Además, la empresa encargada de explotar la Itacurubí, deberá contar con la provisión adecuada de agua potable y se establecieron tarifas máximas para el alquiler de algunos servicios: el alquiler de sombrillas o reposeras deberá tener un costo no superior a las tres pesos y uno con cincuenta respectivamente, al igual que los equipamiento para las actividades náuticas.
En el caso de los juegos infantiles, actividades deportivas y uso de los sanitarios serán sin cargo y el acceso al predio costará, de lunes a jueves cincuenta centavos y de viernes a domingo, un peso con cincuenta centavos.
En el contrato de concesión se establece también que todo el personal encargado del área deberá estar debidamente identificado y que la cobertura de un servicio de emergencia médica permanente.
Si bien la comuna pretende habilitar la Playita y permitir el ingreso al agua, un muestreo científico revela que las costas son de «dudosa aptitud para uso recreativo con contacto directo», dado que registran altos índices de coliformes fecales. Es que el recurso hídrico es una fuente de transmisión de enfermedades como gastroenteritis, afecciones hepáticas y conjuntivitis.
De paso
Camilo y Natalia llegaron desde San Ignacio y se acercaron a la Itacurubí con ganas de aplacar el calor.
«Posadas debería tener en mejores condiciones un lugar como éste, dado que puede convertirse en un punto de atracción turístico, comentaron.
Por su parte, Marta y Valeria, oriundas de Puerto Rico, consideraron oportunos los arreglos en el lugar y aconsejaron que se debería colocar un bañista porque «a pesar de que aún dicen no está habilitado la gente viene igual porque no hay otro lugar donde ir. Faltaría mantenimiento y limpieza. El agua está limpia y a temperatura ideal para el clima», remarcaron.
A orillas del arroyo Garupá
Otra de las alternativas cercanas a la ciudad es el camping al costado de la ruta doce, pasando el acceso a Garupá y antes de cruzar el puente para dirigirse a la localidad de Candelaria.
El lugar goza de una sombra preferencial y a pesar que las instalaciones son precarias, puede verse ya desde la ruta como un lugar para compartir un buen momento.
Ése fue el caso de Alberto Méndez quien junto a su familia y a unos amigos que son de Oberá y lo visitan por estos días, eligieron en la tarde de ayer las orillas del arroyo Garupá.
«Nosotros elegimos este sitio por la sombra más que nada, porque en Posadas no hay lugares con este fresco, así poder compartir con la familia y los amigos un rato cerca del agua», explicó Alberto.
En ese marco lamentó que desde el Estado provincial no se arbitren medidas para reacondicionar ciertos lugares, no solamente para la llegada de turistas, sino también para la gente del lugar que merece recuperar la vida náutica de antaño.
«A pesar de todo tenemos alternativas, pero no me quiero imaginar como estarán los porteños con esos 40 grados en la jungla de cemento. Los misioneros en cambio estamos acostumbrados, pero cada año el calor se hace más intenso», sentenció.
El pronóstico
Según los datos suministrados por el Servicio Metereológico Nacional, la temperatura de ayer rondó los 35 grados centígrados con 39 de sensación térmica.
El pronóstico para hoy indica que llegarán las lluvias trayendo un alivio y una importante baja en la temperatura. La mínima será de 26 y la máxima de 36, con algunos chaparrones aislados que se extenderán hasta mañana.
El verano muy esperado por muchos para disfrutar de las vacaciones, el tiempo libre, las salidas y los juegos al aire libre conlleva riesgos y por eso hay que estar atentos a las medidas de prevención.
Las altas temperaturas y humedad (ola de calor) pueden significar un gran riesgo para la salud.
Las personas con más riesgo son los niños menores de cinco años y fundamentalmente los menores de un año de edad, los ancianos, los niños obesos o desnutridos (en todos ellos existe un contenido de agua corporal y espesor de la piel diferente al resto de la población). Los que padecen enfermedades crónicas cardíacas, renales, mentales, así como las personas que están padeciendo un cuadro febril también corren riesgo. Como también los jóvenes que abusan de bebidas alcohólicos y drogas.
Según explicó la médica Lilian Tartaglino, directora de la Zona Capital de Salud del Ministerio de Salud Pública, cuando hace mucho calor el cuerpo tiene dificultades para regular la temperatura, por deshidratación, sudoración y desajustes en el centro cerebral de regulación de la temperatura corporal o termorregulador. Si esto ocurre sobreviene el agotamiento por calor y el golpe de calor.
En el agotamiento por calor pueden aparecer los siguientes síntomas: sudoración excesiva, lesiones por irritación en la piel (fundamentalmente en zona de pliegues), sensación de calor sofocante, sed intensa y sequedad en la boca, calambres musculares, agotamiento, cansancio o debilidad, dolores de estómago, inapetencia, naúseas o vómitos, dolores de cabeza, irritabilidad, llanto inconsolable en los más pequeños, mareos o desmayo.
El golpe de calor ocurre cuando el agotamiento se agrava.
«Hay que estar alertas a estos síntomas: temperatura corporal axilar de 39 grados o más, piel roja caliente y seca, agitación, dolor palpitante (como que le late) la cabeza, vértigos y desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento y hasta convulsiones», advirtió Tartaglino.
Prevención
Para evitar los golpes de calor, los especialistas recomiendan: ofrecer a los niños agua, jugos naturales, bebidas que consumen los deportistas y no ofrecer bebidas con cafeína o azúcar en exceso (bebidas cola, gaseosas); no dar bebidas muy frías, pueden causar dolor de estómago.
También se recomienda evitar líquidos o comidas muy calientes o compuestas; incorporar sal en mayor cantidad que lo habitual; bañarse o mojarse con frecuencia; evitar las actividades físicas intensas fundamentalmente en las horas de más intenso calor (de 10 a 16 o 17 horas) y en las horas mencionadas evitar la exposición al sol.
En caso de exponerse al sol, independientemente de la hora usar pantallas solares. El factor de protección de preferencia debe ser de más de 15. También se recomienda usar ventiladores, ropa holgada, de algodón y de preferencia colores claros.
Los chaparrones que se registraron ayer por la tarde trajeron algo de alivio para los castigados habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires. En apenas una hora la temperatura descendió 13 grados y pasó de los agobiantes 37.5° a 24°. Pero el alivio duraría poco dado que en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtieron que esta tregua sería pasajera, y pronosticaron que iba a subir nuevamente. Algo que ocurrió una hora después.
Según datos del SMN, a las 16 la temperatura marcaba 37,5° y la sensación térmica era de 41 grados. Una hora después, tras la tormenta, la temperatura había descendido a 24 grados. Luego ascendió a 26°4.
La pronosticadora de turno, Ana Gómez, comentó que como consecuencia de la lluvia la temperatura bajó abruptamente 13 grados. Pero añadió que este alivio durará poco porque «ya está subiendo nuevamente y va a volver a los valores que se preveían para esta noche». Recién para el fin de semana pronostican tormentas eléctricas que harían descender sensiblemente las marcas térmicas. Para esos días, explicó Gómez, se esperan «lluvias» y el tiempo estará «inestable, húmedo y caluroso».
Pero el calor no es el único padecimiento de los porteños, dado que por estos días también sufren de la falta de agua y cortes repentinos de energía eléctrica.
Por su parte, las empresas concesionarias de servicio, Edesur y Edenor, aseguraron que la situación se está normalizando, aunque admitieron que existen cortes puntuales en distintos barrios.
