Villa Cabello, un proyecto que perduró en el tiempo

Uno de los impulsores del núcleo habitacional, el sacerdote Juan Markevicz, dejará de estar a cargo de la parroquia Sagrado Corazón de María después de 30 años de servicio. El religioso trabajó junto a un grupo de laicos que promovió la construcción de las primeras viviendas en las chacras de la zona Oeste.

En poco más de 30 años el barrio Villa Cabello se convirtió en uno de los núcleos más importantes de Posadas. Casi transformado en una ciudad satélite, se estima que en la zona habitan unos 80 mil vecinos. El padre Juan Markievicz (76) es un testigo privilegiado del crecimiento de la zona. Y justo ahora que se despide de su trabajo al frente de la parroquia Inmaculado Corazón de María, recuerda paso a paso el avance de la obra que comenzó con un desafío: «hacer un proyecto que tenga perdurabilidad en el tiempo». Poco queda hoy de aquellos pajonales y de las olerías que hace unas tres décadas dominaban la zona Oeste. Los edificios de viviendas de tres pisos ocupan la escena principal del paisaje. Villa Cabello explotó demográficamente a partir de los años ’80 con la construcción de las viviendas proyectadas por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA). Desde entonces se le fueron añadiendo diferentes servicios, conforme crecía la población. Así se sumó un hospital, varias escuelas y parroquias y hasta una delegación municipal. «El trabajo comenzó el 12 de mayo de 1973”, dijo el sacerdote sin dudar un instante del día, el mes y el año en que inició su tarea. “Cuando llegué esto era monte, barro ñaú, espinillos, pedregal, arroyos por todas partes y uña de gato, además de pajonales. Había unas pocas familias repartidas en los alrededores», contó Markievicz, rodeado de libros, cartas y papeles. El religioso dio esos primeros pasos junto a las personas que integraban el entonces Movimiento Familiar Cristiano, que luego evolucionó hasta ser conocido hoy como la Fundación Villa Cabello. Ese grupo de personas llegó a la conclusión de que para «trabajar teníamos que tener un lugar donde pisar». Así fue como el Movimiento decidió comprar los terrenos que luego fueron donados al Gobierno para convertirse en las chacras 150 y 147. Después surgieron las 148 y la chacra 149.subtitulo/El origen/subtitulo»Caminando un día encontramos una familia muy humilde en lo que ahora es la avenida Centenario. Les ofrecimos ocupar un ranchito ubicado en las tierras compradas. La casa era de madera. Y aceptaron», relató el sacerdote. De allí, surgió la idea de construir viviendas para la gente, pero el proyecto se tornó muy costoso, por lo que el Movimiento decidió dar participación en el proyecto a la entonces Secretaría de Viviendas. «Entre tanto se elaboraba el proyecto de las casas, edificamos las escuelas y el salón comunitario Adolfo Kolping», dijo Markievicz. Al día de hoy, los cuatro establecimientos educativos que se ubican en el predio albergan a unos 4.400 alumnos. Además de primaria y secundaria, también hay escuelas para adultos en el barrio. «Trabajábamos desde la fe, conscientes de que todo comienza con la fe, todo crece y culmina en ella», rememoró el sacerdote. «La meta era que las personas lleguen a ser más personas», agregó; y consideró que años atrás el sentido de la solidaridad era más palpable. “Hoy, la gente tiene muchas cosas y no quiere pelear para conseguir sus objetivos”, reflexionó. El sacerdote se consideró un privilegiado. «Yo vi salir a este lugar desde el ñaú para transformarse en lo que es hoy», finalizó. «El padre tuvo visión de futuro», aseguró Ruth Ingrid Schmidt, la vicepresidenta de la Fundación Villa Cabello.subtitulo/Los vecinos piden/subtitulo“Es increíble todo lo que ha crecido el barrio, yo vivo acá desde que era muy chica, cuando trabajaba en la olería de la zona. Lógicamente todo eso desapareció pero yo me quedé a vivir acá”, contó Ana (61) y rememoró junto a Ramona Cardozo las épocas de las carreras cuadreras y de los yerbales que increíblemente invadían lo que hoy es asfalto. A pesar de los avances de la zona, los vecinos no se cansan de enumerar las necesidades, como suele ocurrir en toda comunidad que quiere crecer. Sentada en la vereda junto a su amiga, Ramona, que vive en la chacra 150, dijo que hay que mejorar la seguridad del medio. “A veces da miedo caminar de noche por este lugar. Claro que no se trata de un fenómeno aislado ya que robos y asaltos hay en todos lados”, dijo Ramona. Por su parte, Ana rescató la necesidad de más servicios municipales “Acá tenemos una delegación pero nunca supimos quiénes trabajan en el lugar”, indicó.subtitulo/Un párroco de espíritu inquieto/subtituloEl padre Markievicz nació en Azara. Repartió gran parte de su tiempo estudiando en Posadas, Santa Fe, Buenos Aires y Alemania. «De allí me viene ese acento que a usted le hace pensar que no soy misionero», explicó el sacerdote con una sonrisa. Markievicz se ordenó sacerdote en Alemania, el 30 de mayo de 1957 en la congregación del Verbo Divino. Si bien pasó mucho tiempo en el exterior, sostuvo: «nunca tuve la intención de quedarme en Alemania. En Europa seguramente hubiera encontrado un trabajito en el que estaría vegetando, pero eso no era lo que quería para mí». Después de 30 años en Villa Cabello (y debido a que la Iglesia dispuso la obligación de pasar a una especie de retiro a partir de los 75 años) el padre ya no será más el párroco. Sin embargo, lejos de dejar la acción, aseguró que seguirá trabajando junto a los laicos. “No tengo tiempo, pero vamos a hacernos de un poco”, dice siempre el padre y enseguida corre de un lado para el otro. Empezó hace 30 años un sueño y hoy lo ve realizado, en tanto señaló que aún hay mucho más por realizar en un núcleo que reúne a miles y miles de personas.subtitulo/El nombre/subtituloLa denominación del núcleo urbano de la zona Oeste de la ciudad de Posadas, surgió a partir del picardía y el ingenio de la misma gente que visitaba el lugar y que decidió bautizar el barrio en nombre de una tradición. Sucede que en los comienzos, para conseguir fondos para la construcción de las obras de la Fundación Kolping, los vecinos donaban sus cabellos. Las enormes cantidades de cabelleras eran vendidas a algunas peluquerías de los países de Europa. Finalmente el pelo importado de Argentina era utilizado en la elaboración de pelucas. A partir del hecho, la zona comenzó a ser identificada por la gente como Villa Cabello.subtitulo/Piden intendencia propia/subtituloCon casi 80 mil habitantes (más que la localidad de Garupá y que la ciudad de Eldorado, que tiene unos 60 mil ciudadanos) el barrio Villa Cabello reúne todas las condiciones para ser un municipio independiente de Posadas. Es más, para Ruth Ingrid Schmidt, vicepresidenta de la Fundación Villa Cabello, la intendencia propia es uno de los reclamos más urgentes para la zona. «Hay muchos problemas que no se solucionan prontamente, por eso creemos que si tenemos una intendencia propia podremos tener respuestas», indicó. Entre las necesidades de la zona, Schmidt enumeró la falta de limpieza de las calles, el asfaltado de avenidas y el parquizado. “Hay cuestiones que dependen exclusivamente del Municipio y sin embargo, no cumplen”, se quejó. Sin embargo, hay pocos vecinos que creen viable la posibilidad de independizarse de Posadas en vista del alto grado de morosidad de los ciudadanos del lugar. Hay quienes suponen que si hay un alto incumplimiento en el pago de las cuotas de las viviendas, tampoco será suficiente lo que se recaude para sostener las actividades de una intendencia. «Villa Cabello necesita más bancos, posibilidades deportivas y sobre todo ser independientes de Posadas», destacó. “Los jóvenes necesitan espacios para poder desarrollarse y los espacios para deportes son fundamentales”, insistió la vicepresidente de la Fundación.

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