Casi cien personas vestidas de blanco se reunieron el martes 28 de diciembre en el inmenso patio «La Casa del Angel», en una cita ya tradicional de esta casa para los Fines de Año. Como se hace desde 1996, los presentes compartieron un breve y sencillo ritual llamado «Viaje en tres etapas para comenzar el Año Nuevo (sin mochila)», en un camino señalizado con más de cien velas.
En grupos de tres se cumplieron las estaciones cuyos objetivos son: Dejar atrás el pasado, Valorar la experiencia y Proyectarse al futuro. En un clima de comunión y expectativa, se encendió el gran fuego en el cual cada uno quemó las cosas viejas que había llevado o escrito en papeles.
Fotos, cuadernos, agendas, papeles y hasta un osito de peluche fueron a parar a las llamas, ante la mirada respetuosa del grupo. Luego, reunidos en círculo, cada uno plasmó en su corazón la imagen de un sueño para el 2005, como algo que «no debe ser necesariamente posible o verosímil, sino una inspiración para el camino, un organizador de prioridades».
Finalmente y ya con espíritu lúdico- se procedió a atravesar un portal real y también simbólico, tirando atrás unos granos de sal «para dejar atrás los dragones», el pasado y las cosas negativas, imitando una tradición de los cuentos de Hadas.
El brindis compartido y los deseos para el 2005 escritos en una pizarra fueron el corolario de esta celebración abierta, que tiene por objetivo «recuperar el sentido de las Fiesta, tratando de unir gesto e intención, cielo y tierra».
