Papá Noel, la leyenda continúa

La leyenda de Papá Noel, que se inicia en las postrimerías del mundo antiguo, atraviesa la Edad Media y la Modernidad, sufrió grandes transformaciones hasta forjar la actual imagen del barbado y bonachón repartidor de juguetes. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Diversas tradiciones se disputan el origen de Papá Noel pero la historia más aceptada es la que coloca su inicio en San Nicolás, obispo turco del siglo IV canonizado por la Iglesia.[/su_note]De hecho, la figura de barba blanca, traje rojo y blanco y botas negras, no es más que una imagen tardía, consolidada por uno de los íconos del mundo contemporáneo: las publicidades de la empresa Coca Cola.Diversas tradiciones se disputan el origen de Papá Noel pero la historia más aceptada es la que coloca su inicio en San Nicolás, obispo turco del siglo IV canonizado por la Iglesia.Nicolás nació hacia el año 280 en Patara, ciudad ubicada en el sudoeste de la actual Turquía, en el seno de una familia acaudalada que le aseguró una buena educación.Tras la muerte de sus padres decidió regalar todos sus bienes y entregarse a la vida religiosa, por lo que ingresó al monasterio de Sión, donde a los 19 años fue ordenado sacerdote por su tío, el arzobispo de Myra, a quien luego sucedió en el cargo hasta su muerte el 6 de diciembre de 350.Estudios realizados sobre sus restos por especialistas de la Universidad de Manchester determinaron que se trataba de un hombre de tez morena, ligeramente calvo, de nariz chata y mandíbula prominente, muy lejano a la imagen actual.En vida, Nicolás se hizo muy popular por su gran afecto y generosidad hacia los más pequeños. Pero la fama comenzó a extenderse más allá de las fronteras de oriente medio, cuando empezaron a atribuírsele desde salidas nocturnas para efectuar regalos hasta verdaderos milagros.La fama comenzó a expandirse en Europa pero se hizo fuerte luego de que en el año 1087 unos marineros robaron sus restos del santuario de Myra para trasladarlos a la iglesia de San Esteban, en la ciudad italiana de Bari. A partir de la llegada de las reliquias comenzaron a asignárseles milagros, lo que fortaleció la leyenda.Así, desde mediados del siglo XIII San Nicolás repartía en toda Europa regalos en la noche del 5 de diciembre, fecha que se trasladó al 25 de diciembre en el siglo XVI.La figura del San Nicolás medieval fue adoptando distintos caracteres y nombres en función de las regiones que recogían la tradición y las costumbres locales con las que se fundía, como el padre invierno nórdico (que derivaría en el «Papá Navidad») o la compañía de gnomos.Pero la tradición debería llegar a Estados Unidos, llevado por los colonos holandeses que fundaron Nueva Amsterdam -más tarde Nueva York-, para que el moreno obispo turco se transforme en el anciano regordete de barba blanca vestido de rojo.San Nicolás, Sinter Klass para los holandeses, era representado con ornamentos eclesiásticos y barba blanca montando un burro, llevando un cesto con regalos para los niños buenos, y una vara para castigar a los malos.La tradición trasladada desde Holanda en el siglo XVII fue retomada en 1809 por el escritor Washington Irving en su «Historia de Nueva York», pero transformando su figura: ya sin ropas de obispo, lo representa en un trineo tirado por un corcel volador, figura que se hizo popular en ese entonces.En 1823 apareció en un periódico neoyorquino un poema que marcó la identidad de Santa Claus: en «Un relato sobre la visita de San Nicolás», Clement Moore presenta al santo con un trineo tirado por renos, de pequeña estatura, como un gnomo, humor alegre y gordo. A partir del poema, Irving decide fundar una sociedad para Santa Claus.Pero fue entre 1860 y 1880 que se consolida la imagen con las ilustraciones que el dibujante Thomas Nast hace para la revista Harper’s, dándole el color rojo y un taller en el Polo Norte.A partir de fines del siglo XIX la tradición de San Nicolás «a la americana» se extendió a Europa y al mundo, aunque faltaba la forma final que le darían las campañas publicitarias de Coca Cola.Fue el publicista Habdon Sundblom quien a partir de 1931 hizo más alto y gordo a Papá Noel, de ojos chispeantes y traje más lujoso y lustroso, conservando los colores que identificaban a la gaseosa. ( Buenos Aires, 21 de diciembre (Télam, por Fernando Javaloyes, Télam).

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas