A cien años de su fundación, sus vecinos reviven su pasado, presente y futuro, recordando los primeros años de progreso llegando hasta la actualidad, de cara a un nuevo tramo de la Avenida Costanera, con nuevas metas y proyectos por cumplir.
En el marco del centenario del popular barrio Villa Blosset, intentamos revivir su pasado, presente y futuro en el relato de sus habitantes. Los inicios alrededor de la vieja Usina de Posadas hasta su actualidad a la vera de la Costanera como punto cúlmine del desarrollo urbano.En el pequeño recorrido en busca de la memoria de uno de los barrios más representativos de la capital misionera, nos encontramos con Mario Rodríguez, tiene 85 años y hace 77 que vive en el barrio, tiempo que lo convierte en una de las personalidades más representativas de Villa Blosset.De oficio tornero, entabló una amena conversación, donde trató de rescatar sus memorias y las historias que lo unen al lugar que lo vio crecer. «Yo soy tornero de profesión y fotógrafo aficionado, y te cuento que antes acá no había nada de calles, ni edificios, sólo veíamos el río», contó. Mientras preparaba un puchero para darle a su perra, distendido comentó que su taller fue uno de los más famosos en las décadas pasadas. Por allí pasaron los «copetudos» y otros tantos – dice – que llegaron por recomendación de amigos a un lugar donde arreglaban de todo.Así, allá por los años 60 llegaron hasta su humilde morada un grupo de cineastas a los que se le había roto su cámara filmadora durante un rodaje en el medio del monte. «Sé que cuando llegaron a mi taller no creyeron que les iba a fabricar un engranaje tan pequeño que además funcionaba en el corazón de la máquina, pero ante el desafío, al otro día a las cinco de la tarde su cámara ya estaba andando y los tipos no lo podían creer», contó orgulloso de su trabajo. No dudó en considerar los adelantos y el progreso que trajo al barrio las obras de la costanera, pero al mismo sostuvo convencido que la época de gloria de la industria y de la propia zona terminó con la «famosa convertibilidad de la que fueron padres Carlos Menem y Domingo Cavallo». Mostró su cámara de fotos que confeccionó con sus propias manos y se despidió con una sonrisa gritando «vuelvan cuando quieran, desde su taller de la calle Triquiñuelas y continuación Santa Fe.negrita/Hablemos de hoy/negritaOtro de los personajes que moran en Villa Blosset es doña Betulia Miño de Santa Cruz. Con sus 58 años y 44 en el lugar se queja por lo que a su criterio es lo único que le impide disfrutar de los avances del urbanismo: la entubación del arroyo que pasa frente a su casa.Corriendo los patos caseros que cría en su patio, recordó a sus viejos vecinos que fueron relocalizados por las obras de la costanera y a los que ya no están pero viven en su memoria. «Antes éramos miles y ahora quedamos como los patos, tres o cuatro nomás. Esto de la Costanera es una alegría sólo para los que tienen plata, porque a nosotros los pobres nos toca lidiar con la mugre y las carencias. Mi sueño es que entuben el arroyo, así si voy a poder estar feliz y bailar en una pata», sentenció. Recordó que lo que más se siente en estos últimos años en el barrio, es la ausencia de viejos amigos.»Lo más triste que vi en mi vida fue cuando vinieron las topadoras junto a los camiones de Gendarmería y arrasaron con las casas de mis próximos. Sólo se veía gurisada que lloraba, y a las mujeres y los hombres que veían como sus pocas cosas iban quedando bajo los escombros», dijo. En ese sentido comentó que los alcances del desarraigo se llevaron vidas de los viejos pobladores que «no se hallaban y murieron de tristeza al no poder volver al barrio».negrita/Recuperar los espacios /negritaAldo Rodríguez es nacido y criado en Villa Blosset y con sus 49 años trabaja para recuperar los espacios que el tiempo ha dejado en el olvido. «Tenemos varios proyectos en el Concejo, la Legislatura y la Municipalidad, con el objetivo de poder construir un polideportivo llamado «Centro Recreativo Laguna San José», en el predio frente al cual se desarrollaba la vida comercial y comunicativa del barrio», comentó.Asimismo, casi considerándose un humilde conocedor de la historia del popular lugar, se animó a delimitar la zona comprendida como Villa Blosset. En ese afán sostuvo que el límite Este es la vía del ferrocarril, el Oeste, la avenida Roque Saenz Peña, al Norte la calle que es continuación Córdoba y al Sur la nueva rotonda de la costanera, al inicio del puerto. De la misma manera contó que fueron los hermanos Blosset quienes, gracias a la gestión de Roberto Blosset, ex intendente de Posadas, comenzaron a llegar los primeros pobladores, que fueron los obreros que construyeron la Usina en 1904 y que el año en que ésta se inauguró se tomó como fecha de fundación del barrio. Recordó a aquellas disputas futbolísticas entre «los de arriba y los de abajo» – como se llamaban dependiendo del lado de la vía en el que vivían – y los campeonatos que con equipo unificado desafiaban a los demás barrios en los torneos organizados en Radio Parque por el fallecido Carlos Madelaire. En su memoria, como en la de varios vecinos, la historia se revive a cada instante, al ver los avances de las obras de la Costanera y los nuevos proyectos que se avecinan de cara al río que los vio nacer y que aún los une.
