Sólo fiesta en el acto de colación del CEPRIN

En un ambiente emotivo se realizó en el Salón Auditórium del Instituto Montoya el acto de colación del Centro Privado Infantil con numerosos números artísticos y deportivos. El Centro Privado Infantil cerró las actividades de este año con un colorido acto compuesto por divertidos números artísticos, despliegue de destrezas deportivas y baile de disfraces. La cita fue en el Salón Auditórium del Instituto Montoya.»Cumplimos 10 años y estamos muy contentos de poder compartirlo con nuestros niños y todos los que hacen posible este sueño», sostuvo la docente que ofició de presentadora del acto de cierre del ciclo lectivo 2004 para los alumnos del Centro Privado Infantil.negrita/Vueltas y vueltas/negritaLos primeros valientes que se animaron a romper el hielo fueron los niños de la salita de tres años del turno mañana y tarde que presentaron junto al profesor Horacio Kazuk, su esquema con colchonetas. Los chicos con ayuda del profesor demostraron al auditórium lleno de padres, abuelos y tíos, que pueden hacer rol para adelante y con toda la energía bailar al ritmo de pegadizas canciones que los acompañaba.Luego llegó el turno de los más grandecitos, de la salita de 4 años que ofrecieron un esquema con aros, pero en esta oportunidad algunos prefirieron solamente bailar al compás de la música dado que el despliegue de cámaras, filmadoras y las mismas luces los convertían en absolutos dueños del escenario.negrita/Elefantes con «puchero»/negritaCon una excelente coordinación de parte de los profesores y padres les llegó el turno a los más pequeñitos del instituto, los alumnos de la salita verde de un año.Todo parecía estar bajo control pero cuando se abrió el telón muchos de los pequeños se vieron abrumados por los flashes y se pusieron a llorar en el escenario. Pero la reacción de parte del público fue mejor aún dado que varios padres se animaron a subir a las tablas para acompañar a sus hijos y de esa manera formar parte activa de un espectáculo familiar que arrancó más de una lágrima de emoción a los abuelitos, papis y tíos presentes.La gracia de los chicos al bailar contagió a los presentes que no dejaron de aplaudir en todo momento.Luego llegó la ronda de conejos por parte de los alumnitos de la salita roja de dos años y la fiesta se animaba cada vez más. Después le tocaría el turno a los pequeños de la salita azul con la interpretación de «Yo nunca vi»; la dramatización de «Pinocho» a cargo de los alumnitos de las salitas azul y amarilla; la interpretación de «The colours song»; «You pick your crayon up» y para el cierre la magistral interpretación en inglés.

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