El camino del indio

La figura del “comandante Andresito” está poco explorada en el imaginario popular. Andrés Gaucurarí es un héroe marginado de la “historia oficial”, su perfil libertario, de indio rebelde y justiciero lo condenaron muy lejos del bronce de la patria.En Misiones, su memoria se limita hoy a unas pocas estatuas que no le hacen justicia, y al festival de Garupá, que lleva su nombre. Andrés Guacurarí nació probablemente el 30 de noviembre de 1778 en San Borja o en Santo Tomé. Recibió una formación nada común para su época: hablaba y escribía correctamente el castellano, el portugués y su guarani nativo; su buena caligrafía y redacción quedan demostradas en sus proclamas.Andresito había integrado la milicia Guarani-misionera incorporada al ejército cuando Belgrano regresaba de su campaña al Paraguay y participó en el sitio de Montevideo bajo las órdenes de Rondeau; tras éste se produce el éxodo oriental (1811) que señala su entrada en la órbita del federalismo artiguista, bajo cuya bandera combatirá por igual a los portugueses que amenazaban nuestra frontera oriental y al centralismo porteño.En febrero de 1815 fue designado por Artigas, comandante general de Misiones y desde este cargo trató de establecer las instituciones, la economía y la soberanía de esta jurisdicción.Su primera campaña estuvo dirigida a recuperar el departamento de Candelaria , por entonces en manos paraguayas. Organizó sus fuerzas desde Yapeyú y concretó su objetivo. Frente a la amenazante política portuguesa, realizó la primera campaña del río Uruguay (1816) para intentar la liberación de las misiones del poder luso-brasileño. Repelió una primera invasión, pero en la segunda fue derrotado, y Andrés Gaucurarí fue llevado a prisión. Se especula que murió en la prisión de Santa Cruz, en la Isla das Cobras, en la paradisíaca Bahía de Guanabara, en Río de Janeiro, en junio de 1819, donde habría muerto.

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