Productores minifundistas del PSA se reunirán en Eldorado

El trapiche es fundamental para moler la caña de azúcar

El trapiche es fundamental para moler la caña de azúcar

El séptimo Encuentro Provincial de Delegados de Grupos relacionados con el Programa Social Agropecuario (PSA Misiones) tendrá lugar este mes en Eldorado. El evento, que reunirá a cerca de 200 representantes de pequeños productores vinculados al Programa nacional dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA), se realizará en dos días, 13 y 14 de diciembre. Se espera también la participación de delegados de las 35 ferias francas y un número reducido de técnicos afectados al acompañamiento de los proyectos. Actualmente, el PSA Misiones acompaña a 1.540 familias misioneras en proyectos productivos distribuidos en cuatro zonas que abarcan todo el territorio provincial. Son 163 grupos que trabajan organizadamente en áreas rurales y barrios, muchos de ellos, además, incorporados con sus productos a las ferias francas.negrita/Trapichando sueños…/negritaPequeños grandes éxitos logrados por la familia campesina se darán cita en Eldorado. Voces de un sector que tiene mucho para decir y mostrar. Uno de esos ejemplos es el grupo “Madre Tierra”, de la colonia de Mado, al Norte de Eldorado. Pequeños productores que hoy recogen el fruto de sus luchas y sudores. Un salón, un trapiche, un fogón, una moledora, representan sólo una porción de sus conquistas. Desde 1997 vienen trabajando con el acompañamiento y apoyo constante del Programa Social Agropecuario. “Un día vinieron los técnicos, Gabriela González y Raúl Gorriti. Nosotros pensamos que eran unos evangélicos, y teníamos miedo para empezar… pero ellos empezaron a decir que eran del PSA, y bueno, ahí comenzaron a juntarse la gente…”, recuerda Guillermo. El grupo se inició con 10 familias numerosas. Actualmente son 13. Todos son pobladores del paraje Yacutinga, en lotes que les donó la parroquia católica de Colonia Delicia. Se ve a más mujeres, pero los hombres no están ausentes. ¡Hay 79 niños en la familia de Madre Tierra!. Así, silenciosa pero fervorosamente, a ocho kilómetros del cruce de la ruta 12, el trabajo se despierta con las primeras luces del día, para transformar la producción propia de caña de azúcar en miel, rapadura y azúcar rubia; y la mandioca en fécula granulada, “el mejor almidón para la chipa”. Cuenta Francisca que “lo primero fue el autoconsumo, lo segundo la fuerza hidráulica y esto del trapiche grande; el galpón seria lo tercero”. Arrancaron con un subsidio de 200 pesos por familia para la cría de gallinas y la compra de un trapiche manual para la comunidad. Lastimosamente las gallinas no tenían salida y entonces concentraron las fuerzas en las huertas y la producción cañera. Ahí es que vino el agua, a través de un proyecto que la trajo de una naciente, impulsada por una rueda, al tanque desde el cual se distribuye a cada hogar, al comedor y al salón comunitario. El agua es potable. Se realizaron los estudios y análisis pertinentes para su consumo. “… Es una vertiente muy linda, no se seca. Todo el año tenemos agua”, dice Guillermo, ancho de bien ganado orgullo. Los más grandes enseñaron a producir a los jóvenes y hoy es tiempo de un tercer proyecto, ya en marcha desde hace casi un año, con la construcción de un galpón y la compra de un trapiche movido por un motor capaz de procesar 300 litros de mosto por hora de trabajo. Y el molino de mandioca, una pequeña “picadora” de la que obtienen 35 a 40 kilos de almidón, granulado y en polvo (amasado con botellas de vidrio), “según el gusto y la necesidad del cliente”, por cada 200 kilos de raíces.negrita/“Todos somos uno”/negritaSiete familias se desenvuelven activamente en la pequeña fábrica, porque, por ahora “no todos saben usar, pero es muy bueno… No es difícil preparar, le sacás el jugo (mosto), le colás, le ponés a hervir en el tacho grande por tres horas, vas sacando lo de arriba… Y ya está”… “Eso que queda arriba, la ‘cachaza’, le podés dar a los chanchos, o al perro que también come”, apunta Claudia. “Todo es de todos”. A no más de 300 metros del galpón están, dispersas, todas las casas de Madre Tierra. “Un grito y ya estamos todos juntos” dicen felices. “Todos somos uno”. Los productos son ocupados para el autoconsumo y el excedente se lleva al pueblo para la venta. Sobre las espaldas, en mochilas y bolsas, recorren “a lomo” la distancia que los separa del centro urbanizado. “Vendemos todo en Mado; tenemos también pedidos, pero a veces nos falta”, agrega Claudia. “Y otras veces nos sobra”, replica otra de las mujeres. Es Rogelia, una de las más antiguas del grupo. Ercilia, Natividad, Francisca, Claudia, Rosalía y Guillermo la miran respetuosamente. Todos coinciden en el deseo de seguir plantando y produciendo. De hecho lo hacen y al mismo tiempo sueñan con un “móvil” para trasladar su producción. “Un carro nomás, sería bueno tener”. “Y queremos que sigan las capacitaciones; y también un silo para secar el bagazo y utilizar como leña”… “Estamos trabajando todos juntos en esto que es lo orgánico, sin agrotóxicos; y vamos yendo bien; necesitamos que nos sigan apoyando”, remarca finalmente Rogelia.negrita/“Sembrando Futuro”/negrita La voz representa al grupo “San Pablo” del barrio del mismo nombre en el kilómetro 14 de Eldorado. Desde el 2003, estos vecinos se reunieron en una propuesta productiva acompañada por el Programa Social Agropecuario. La experiencia, aunque mucho más nueva, sigue las líneas de sus pares de Mado. Primero fue el “autoconsumo” y luego los 200 pesos para cada familia. Este año se largaron con la construcción de un quincho, el segundo, más cerca del agua. “Comenzamos y terminamos el quincho, pudimos tener nuestra fábrica de almidón… la producción de almidón es muy importante para el consumo personal y también para la venta, tenemos variedades de mandioca; también hacemos azúcar rubia y rapadura”, explica Petrona. Estos emprendedores no dudaron a la hora de reunirse y trabajar. El entusiasmo es desbordante, ¡y también las ganas de seguir creciendo!. Ese espíritu se traduce en el constante intercambio y recolección de semillas, en las ferias, en la ciudad; del Paraguay o de Delicia; de todos aquellos conocidos que tengan variedad. “Y eso es lo que queremos, ir para adelante. Y lo que hacemos es para la comunidad, no sólo para el grupo; por suerte estamos trabajando juntos (…) sabemos que de la chacra se vive… se puede… se come”.negrita/Compromiso/negritaA lo largo de 11 años, el Programa Social Agropecuario cultivó en la “Tierra Colorada” la producción agroecológica familiar. Todo lo hecho en conjunto por las familias y el PSA, ha recibido el permanente e invalorable respaldo técnico y humanitario de organizaciones no gubernamentales, INTA, Ministerio del Agro y la Producción, municipios e iglesias, cuyo caudal de conocimientos y gestos de responsabilidad social han posibilitado avanzar y consolidar esta siembra de sueños que hoy germina en visibles y vigorosas experiencias de comunidad y progreso en colonias, barrios y ferias francas. Según las estadísticas publicadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, en el período 1993-2003, el PSA Misiones acompañó 505 proyectos, beneficiando a un total de 6.497 familias, 25.859 personas: Animales de granja (43 %), ganadería mayor (32,7 %), horticultura (9,4 %) y otros (14,9 %).

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