Cuando el amor va más allá de las apariencias

Fueron necesarias dos funciones para la presentación en Posadas de la comedia musical «La Bella y la Bestia». El auditórium del Montoya se colmó de padres y madres con sus niños en la puesta de un clásico de la literatura infantil de todos los tiempos.

El clásico infantil de la francesa Leprince de Beaumont en el escenario del Instituto Montoya.

El clásico infantil de la francesa Leprince de Beaumont en el escenario del Instituto Montoya.

“Sólo el amor convierte en milagro el barro”, canta el trovador cubano Silvio Rodríguez en una composición ya clásica en el cancionero latinoamericano. Y de eso trata la comedia musical infantil “La Bella y la Bestia”, que se presentó ayer en dos funciones en el auditórium del Instituto Antonio Ruiz de Montoya, del infinito poder del amor, capaz de conquistar al más duro de los corazones. «La Bella y la Bestia» está basada en el cuento clásico de Madame Leprince de Beaumount, y está entre las preferidas del público infantil, sobre todo luego de que el sello Disney lo llevara al cine en una memorable producción animada digitalmente. En principio estaba prevista una sola función de la obra ganadora de un premio Estrella de Mar el año pasado, pero los organizadores resolvieron realizar una presentación extra, dado que se agotaron las entradas para la noche. De hecho, la función de la tarde estuvo también colmada de niños y niñas acompañados por sus padres. El elenco, integrado por Gabriela De Sa Souza, Daniel Barrera , Diego Ramos, Gustavo Bernal, Lisandro Dupont, Cristina Griges, y Silvia Arrigo, tuvo una ajustadísima interpretación, aunque, vale decirlo, el sonido por momentos defectuoso jugó en contra de la obra en varios tramos. La escenografía era quizás demasiado sencilla para un público infantil que ha visto el filme, y que acaso esperaba un espectáculo más interactivo y mágico. “Me gustó la película”, dijo, asimismo, Carolina, una niña de 9 años que salía de la mano de su mamá, mientras en la calle había ya una cola de media cuadra de gente esperando para entrar. “En la película la cucharita se veía más”, comentó Joaquín, de 8 añitos. “No sabés, casi lo saco a la mitad porque se quería ir”, aclaró su mamá. La “cucharita” es un integrante de la familia de títeres que aparecen en la obra, cuyas voces son de Brenda Bernal, Lucas Bernal y Marta Milesi. El equipo se completa con Claudio Buscemi, como Asistente de dirección, Rosa Miñana, en Realización y Diseño de Vestuario, Yaya Firpo, en Escenografía, Fernando Nazar, en los arreglos musicales, Marisa Ziccardi, en las Coreografías, y Gustavo Bernal, en la puesta en escena y dirección general.Historia y moraleja El cuento, un clásico de la literatura infantil, tanto como “Pulgarcito”, “Cenicienta”, “Pinocho”, entre muchos otros, narra la historia de Bella, una encantadora joven y La Bestia, un príncipe atrapado en el embrujo de una hechicera que lo condenó a la soledad por su espíritu falto de solidaridad. Para que el mismo se rompa y La Bestia vuelva a ser el príncipe que fue, debe aprender a amar y ser amado. Los tiempos se van acortando y si no lo logra, tanto él como los habitantes del castillo quedarán encantados para siempre. La puesta brinda un espectáculo entretenido, con ajustadas actuaciones y la moraleja sobre el amor como la fuerza más poderosa sobre la tierra, que queda flotando en el aire.

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