Quieren saber qué relación tiene la combi secuestrada en San José con el caso Vides

El juez federal Ramón Claudio Chávez ordenó la investigación a la Gendarmería. El rodado apareció abandonado a pocos kilómetros del lugar donde fue abatido Vides, el 5 de febrero pasado. El rodado que misteriosamente fue abandonado cerca del lugar donde un grupo de contrabandistas abatió al cabo de Gendarmería Néstor Fabián Vides, en febrero pasado, fue secuestrada en San José con 8.850 paquetes de cigarrillos y ahora el juez federal Ramón Claudio Chávez ordenó una investigación para saber si existe vinculación entre los dos casos. El pedido fue girado a la Gendarmería, que nunca investigó las causas por la que la combi Renault Traffic fue abandonada cerca del peaje de Santa Ana con las llaves puestas y las puertas abiertas. El rodado estaba equipado con un celular y un equipo de VHF con «barrido de frencuencia», muy utilizado para escuchar las comunicaciones de las distintas fuerzas de seguridad. El vehículo ahora fue secuestrado en un camino vecinal del paraje Centinela, en el límite con Corrientes, cuando era conducido por un adolescente de 17 años. El procedimiento se realizó cuando un suboficial de Policía que estaba de franco sospechó que el conductor intentaba eludir los controles que la Policía y Gendarmería tienen sobre la ruta 14, y alertó a sus camaradas de la comisaría, que minutos más tarde interceptaron el vehículo. En el rodado había cinco cajas de cigarrillos Derby, otras 35 «gruesas» de la misma marca, once cajas marca Te (industria paraguaya) y una de Calvert (uruguaya), lo cual totaliza 8.850 paquetes cuya circulación y venta en territorio argentino está prohibida. LA MUERTE DE VIDES En la madrugada del 5 de febrero pasado, una patrulla de gendarmes que caminaba por un costado de la ruta nacional 12, se encontró en proximidades del arroyo San Juan con un grupo de paraguayos que traían desde la costa un cargamento de cigarrillos ingresados ilegalmente al país. Los uniformados se acercaron lentamente a una camioneta donde eran cargados los bultos y fue el cabo Néstor Fabián Vides quien encendió su linterna e impartió la voz de alto. Como respuesta, el grupo recibió una andanada de disparos, uno de los cuales ingresó por uno de los flancos del tórax del cabo, que murió cuando era trasladado en un vehículo particular hacia el Hospital Ramón Madariaga de Posadas. A ocho meses del crimen de Vides todo está como al principio. Existen demasiadas dudas sobre cómo realmente ocurrieron los hechos y todo parece indicar que será muy difícil establecer qué pasó en la madrugada del 5 de febrero.

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