Villa Cabello se habría quedado sin delegación de AJUPAPROM

Se decretó una intervención que debía brindar atención por 60 días. Pero los últimos días las puertas permanecieron cerradas. Los abuelos de la zona temen que no se vuelvan a abrir.
Unos quinientos jubilados y pensionados pertenecientes la zona oeste de Posadas se habrían quedado sin algunos servicios mínimos y sin un lugar para agilizar sus trámites a partir de que fuera decretada una intervención en la delegación «Villa Cabello» de la Asociación de Jubilados, Pensionados de la Provincia de Misiones (AJUPAPROM). La medida fue dispuesta a comienzos de marzo, bajo el argumento de que en una asamblea de los afiliados de Villa Cabello se habría «injuriado» la persona del presidente de la entidad, Andrés González. Según fuentes consultadas, la intervención se extendería por unos 60 días, tras lo cual se llamaría a una elección de autoridades. Sin embargo, y a pocos días de asumir la interventora, las puertas de las oficinas permanecen cerradas. Por lo general, los abuelos concurrían al lugar para agilizar trámites que, de lo contrario implicaban su traslado hasta la sede central ubicada en el microcentro. Además, se brindaban algunos servicios mínimos como cortes de cabello gratuitos o registro de la presión arterial. También había un botiquín para la dar los primeros auxilios a los afiliados. El único empleado que había fue trasladado a la sede central. SIN ATENCIÓN Los hechos que terminaron en la intervención comenzaron a comienzos de marzo, cuando dio inicio el proceso para la renovación de la comisión directiva. Las elecciones se efectuaron y el presidente de la delegación, Aparicio Villalba, logró una contundente victoria que le permitió la reelección por tercera vez consecutiva. Al decir de algunos abuelos, el hombre cuenta con el total consenso de los afiliados de la zona. Días después, se realizó una asamblea y fue allí donde uno de los presentes habría insultado a González. A Villalba se le recriminó ese hecho, ya que según las normas de la asociación, debió actuar como mediador en la reunión y no permitir el agravio. Más allá de esto, se pudo comprobar que en los últimos días la delegación, que normalmente atendía de 8 a 12 y de 16 a 20, permaneció cerrada y los abuelos presagian un cierre definitivo de lo que califican como «el único lugar que teníamos para juntarnos».

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