Misterio en un pueblo de Australia: tenía 12 habitantes, uno desapareció y ahora todos son sospechosos

Se trata de la pequeña localidad de Larrimah, en el norte del país. Desde diciembre de 2017 que no saben nada de Paddy Moriarty, de 70 años, y las autoridades investigan si se trató de un asesinato.

El pueblo Larrimah, ubicado en el norte de Australia quedó en la mira de las autoridades por un posible asesinato. En la remota localidad, donde vivían apenas 12 personas, uno desapareció a fines del año pasado, sin dejar ningún rastro. Mientras los investigadores creen que se trató de un crimen, cada uno de los lugareños tiene una coartada y se acusan entre ellos.

¿Qué pasó con Paddy Moriarty? Es la pregunta que todos se hacen desde el 16 de de diciembre de 2017, el último día que lo vieron junto con su perro, que lo acompañaba a todos lados.

La noche de su desaparición, el hombre de 70 años fue al único hotel y bar del pueblo, el «Pink Panther». Allí, todos lo conocían y lo querían, ya que era un cliente habitué. Como de costumbre, esa madrugada tomó ocho cervezas y al terminarlas regresó hasta su casa. Su segunda sombra, su perro Kellie, fue tras él en todo el camino.

Sin embargo, al día siguiente su silla en el Pink Panther estuvo vacía. Preocupados porque no sabían nada él, los vecinos empezaron a preocuparse y pensaron que se había muerto en su casa. Pero cuando la Policía ingresó a su propiedad, una casa que estaba abierta en el medio del desierto, no lo encontraron. Solo estaba su sombrero estilo cowboy y la comida que había dejado en el microondas, sin tocar.

¿Fue un asesinato, un espíritu o un cocodrilo?

Desde entonces, nadie sabe qué pasó con él ni con su perro. La principal sospecha de los investigadores es que se trató de un crimen y que su asesino fue alguno de los 11 habitantes del pueblo. Después de entrevistarlos a todos, se dieron cuenta que todos tenían una coartada comprobable y que, tras indagar en cómo se llevaba el hombre con sus vecinos, todos apuntaban a alguien distinto.

En una primera instancia, los principales sospechosos fueron el barman de Pink Panther, quien fue el último en verlo, y un jardinero con quien había discutido días atrás. Pero no había evidencia suficiente para imputarlos.

Según describió el diario The New York Times, Larrimah es un pueblo del tamaño de una manzana y es impenetrable, ya que esta rodeado de una espesa y alta capa de matorrales.

La ruta principal que lo atraviesa fue conocida durante mucho tiempo por asesinatos a sangre fría y misteriosas desapariciones. Es por eso que los nativos creen que ese lugar está embrujado y que los espíritus andan merodeando pro la zona.

Sin embargo, la teoría que un espíritu atacó a Moriarty no entra en la lista de hipótesis de los investigadores. Los lugareños sostienen que el cocodrilo que tiene de mascota Barry Sharpe, dueño del hotel Pink Panther, se comió los restos de Moriarty, después de que alguien lo asesinara.

Gracias al testimonio del antiguo bartender del bar, Richard Simpson, la Policía empezó a dudar de Fran Hodgetts, la mujer de 75 años que tiene la Tea House del pueblo. ¿Por qué sospechan de ella? Los investigadores explicaron que discutía con mucha frecuencia con el hombre desaparecido, a tal punto que Moriarty le espantaba la clientela.

La señora Hodgetts se defendió de las acusaciones y aclaró que los efectivosrevisaron su casa cuatro veces y no encontraron nada. «¡Por favor! ¿Se imaginan que pueda arrastrar el cuerpo de un hombre y el de su perro?», argumentó en referencia a su contextura física.

A pesar de su defensa, un adolescente que trabajaba en su local la complicó, ya que el chico reveló que, en reiteradas oportunidades, la mujer le había comentado que quería matar a Moriarty. Aunque ella dijo que solo fue un enojo del momento.

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