Boca humilló a Alvarado y avanzó con comodidad en la Copa Argentina

Con goles de Magallán, Wanchope, Pablo Pérez (2), Goltz y Tevez -de penal-, goleó 6-0 y se clasificó los 16avos de final.

 

El juego de las diferencias no fue muy difícil de realizar ayer en Lanús. Boca, el bicampeón del fútbol argentino, tuvo enfrente a un equipo del Federal A, que recién comenzará a jugar el 9 de septiembre: Alvarado.

Por eso, la supremacía se tradujo rápidamente en goles: un tiempo le alcanzó al equipo de Guillermo Barros Schelotto para hacer cuatro y encaminarse hacia los 16avos de final de la Copa Argentina, lo que luego concretó con un contundente 6 a 0.

Cristian Pavón, Mauro Zárate, Edwin Cardona y Ramón Wanchope Ábila fueron los hombres que eligió el Mellizo para comandar los ataques de Boca, relegando a Carlos Tevez al banco. Y mal no le resultó.

Desde el inicio, con Cardona manejando los hilos, Boca se hizo cargo del juego y a los 4 minutos rompió el cero. Zárate, el mejor refuerzo de Boca en este semestre, se hizo cargo de un tiro libre en la puerta del área. Su pegada fue el anticipo del gol: su tiro se desvió, dio en el travesaño y dejó al arquero sin chances de tomar el rebote que le quedó a Lisandro Magallán, quien con un cabezazo flotado puso el 1-0.

Después del gol, Boca se relajó y Alvarado se ilusionó. Incluso en una seguidilla de pelotazos aéreos que cruzaban peligrosamente el área rival puso en aprietos a Agustín Rossi, en el que podría ser el último partido del arquero ante la llegada de Esteban Andrada.

Pero cuando Boca acelera en ataque, es pura efectividad. A los 25  minutos, otra vez Zárate manejó el avance y habilitó a Pavón, quien mandó el centro al área para que Wanchope apareciera detrás del arquero y, ganándole a su marca, anotara el 2-0.

Había olor a goleada en Lanús y se concretó en menos de media hora. Pablo Pérez probó desde lejos, el arquero Matías Quinteros se confió, puso mal el cuerpo detrás de sus manos y el volante festejó el tercero.

Otra vez, la fortuna estuvo del lado de Pérez. A los 36 minutos, una buena jugada colectiva terminó en gol porque un zurdazo del mediocampista se desvió, le cambió la trayectoria y se le metió al arquero de Alvarado en el segundo palo.

En el arranque del segundo tiempo, Boca tuvo la oportunidad de hacer el quinto de pelota parada. Pavón se hizo cargo del tiro libre pero su remate dio en la barrera y, al tomar el rebote, su segundo intento se fue muy lejos del arco.

A los 9 minutos, el que tuvo el gol fue Zárate. El ex Vélez probó a colocar y exigió al arquero de Alvarado, que mandó la pelota al córner. Desde allí, finalmente, llegó el quinto. El centro fue cabeceado por Goltz, a quien el palo le negó el gol pero inmediatamente después la pelota le volvió y el defensor fusiló a Quinteros.

Promediando la mitad del segundo tiempo, Barros Schelotto decidió hacer modificaciones y todas pensando en el ataque de su equipo, donde tiene variantes que cualquier equipo desearía: Nández entró por Barrios, Tevez ingresó por Ábila y Villa lo hizo por Pavón, que se retiró ovacionado.

Cuando faltaban 15 minutos, y habiendo bajado la intensidad Boca, el partido se paró por la lesión en el gemelo de Darío Herrera, el árbitro del partido, quien debió ser reemplazado por el cuarto, Pablo Echevarría.

A los 36, en un partido ya sin entusiasmo ante un resultado irreversible, el Apache probó su suerte al arco. Fue su primera aproximación: a los 41,  a través de un penal, Tevez anotó el sexto con un tiro fuerte y certero al medio del arco.

Fue el inicio del final. Con media docena de goles, el debut oficial llena de ilusión a Boca de cara al objetivo del tricampeonato en el fútbol doméstico y de avanzar en la Copa Libertadores, el gran deseo del hincha.

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