Nutrición: ¿Cuál es el pan más saludable?

 

El pan es, sin dudas, un alimento casi “indispensable” en la dieta de nuestra población y, a pesar de ser apuntado como un “enemigo” por muchas personas, la verdad es que hay que saber elegir el tipo y la cantidad de pan a consumir en el día, ya que no es tan malo como se cree.

En nuestra región estamos muy acostumbrados a comer pan blanco y galleta, como parte de desayunos y meriendas, como así también para acompañar las comidas e, incluso, algún “picoteo” fuera de horas. La realidad desde el punto de vista nutricional, es que estos panificados contienen harina refinada y grasa, principalmente en la galleta.

Los panes más saludables serían los integrales o con agregado de salvado, avena, semillas, o bien, el pan francés. Éste último, prácticamente no contiene grasas, a diferencia de los demás, por lo cual puede ser una opción válida para incorporar a nuestra dieta. No obstante, sigue siendo elaborado con harina común. La idea de consumir panes integrales es el agregado de fibras al producto.

Las fibras tienen múltiples beneficios para la salud, destacándose la regulación del transito intestinal, ayuda a disminuir los valores de colesterol y triglicéridos, contribuye a regular la glucemia, siendo muy importante para personas con diabetes o resistencia a la insulina y brinda mayor saciedad.

Los productos integrales como panes, galletitas y pastas son elaborados con una parte de harina refinada y otra de harina integral, la cual es elaborada a partir de los granos enteros de trigo o con agregado de salvado, que es la parte más superficial que recubre el grano.

Es muy importante recordar que la famosa creencia de que “todo lo integral no engorda” es más bien un mito, pues consumir pan o galletitas de este tipo nos aportan las mismas caloríasque los panificados blancos, pero con un mayor aporte de fibras.

La recomendación para estos alimentos es consumirlos diariamente en el desayuno y la merienda, evitando acompañar las comidas con pan, ya que, en la mayoría de los casos, resulta en un exceso calórico. En un adulto sano, de peso normal, se indica 2 porciones diarias (5 a 7 galletitas, o 2 rodajas de pan tipo molde, 3 tostadas o 1 miñón).

Recordemos siempre que cada individuo tiene necesidades diferentes de acuerdo a su sexo, edad, actividades, patologías adyacentes, etc., por lo cual debe consultar a un profesional para que lo guíe en mayor detalle.

 

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P.n°147

 

 

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