Intento de copamiento de la cárcel de Oberá: la esposa del remisero contó las horas de angustia y pánico que vivió su marido

Adelina González contó en FM Show las horas de horror que vivió su marido, Jorge Da Silva, remisero que trasladó y luego fue secuestrado los por delincuentes que intentaron copar la Unidad Penal de Oberá para rescatar a un cómplice. El hombre de 57 años y padre de 4 hijos, le contó algunos detalles de las horas de angustia que vivió anoche.

Adelina González en FM Show.

 

 

La mujer dijo que su esposo aguardaba un último viaje para terminar la jornada de trabajo y que respondió a una indicación de la central. Es decir los malhechores pidieron un remis en la central y desde ahí le asignaron el viaje.

 

Si bien dijo que su esposo aún permanece en estado de shock por lo vivido,  y contó que estuvo declarando hasta aproximadamente las 3 de la madrugada.  En relato contó que su marido levantó a los pasajeros a tres o cuatro cuadras de la remisería. Ellos le pidieron ir hasta la zona de Alberdi pero lo obligaron a detener la marcha cerca del Penal de Oberá, y al mismo tiempo sacaron sus armas de fuego. Tras reducirlo, en un primer momento lo confinaron al asiento trasero del auto para luego, una vez maniatado y amordazado, dejarlo encerrado en el baúl.

 

El hombre tras unos minutos logró escapar del baúl del auto y emprendió una maratónica carrera por su vida. Le contó a su esposa que cruzó bañados, corrió por la oscuridad del monto y se escondía cada vez que escuchaba un auto, por temor a que se tratara de sus captores. Así pudo llegar hasta la comisaría de Alvear donde lo socorrieron.

 

Ya tras el atraco personal policial había ido al domicilio de la mujer a informarle lo sucedido, e incluso que su esposo estaba desaparecido. Presa de la angustia buscó ayuda entre amigos y familiares para sumarse a la búsqueda y confesó que intentaron llegar al sitio donde estaba el auto pero que una corazonada los condujo a la comisaría del Alvear donde minutos antes había llegado su esposo.

“Llamaron un remis y le tocó a él. Cerca del Penal le encañonaron y le mandaron al asiento de atrás, y luego se metieron por un monte y ahí le ataron los pies, las manos y le taparon la para dejarlo en el baúl. Le pedía que colabore que no era con él la cosa. Cuando se fueron el reaccionó. Me dijo que parecían personas normales, que estaban re armados, y que cuando pudo salir a pesar del miedo corrió. Atravesó un bañado, perdió el zapato, estaba embarrado y todo mojado.  También me dijo que cada vez que venía un auto se escondía porque temía que fueran ellos. Todavía sigue en estado de shock. Tiene 57 años y tenemos 4 hijos, todos en el sur”.