El impostor le dio inyectables y sueros sin revisarlo. El padre del joven explicó que tuvieron que operarlo de emergencia tras el diagnóstico equivocado.
El médico trucho es Felipe Nori. Este hombre, nacido en Brasil, atendió por nueve meses a pacientes en el Hospital Doctor Ángel Marzetti haciéndose pasar por su compatriota Joao Peixoto Dos Santos. Habían sido compañeros en la Universidad de Morón pero con una diferencia: Felipe no se recibió; Joao sí.
Uno de los pacientes de Nori fue un chico de 16 años. Así lo contó su papá, Ignacio López, en TN: «Un día, mi hijo se descompuso, lo llevé a la salita de primeros auxilios de Máximo Paz y este médico ni siquiera lo revisó. Le pidió a la enfermera que le aplicara un inyectable y me dijo que lo llevara a casa».
Nori no fue el único falso médico en Cañuelas. Thais Soares Costa se apropió de la identidad de Sonia Banhuki Galvao. Las autoridades, además, separaron a otras cuatro personas de manera preventiva. Y, por eso, Federico Pequeño renunció como director del hospital.
Al día siguiente, luego de que pasara el efecto del inyectable, su hijo empeoró. «Lo llevé a la salita y de nuevo estaba Nori. Le dije que a mi hijo le pasaba lo mismo, pero le puso un suero sin revisarlo. Y, de nuevo, lo llevé a casa», rememoró, dolido por aquellas falsas atenciones donde la vida de su pequeño corría peligro.
A las pocas horas, el hijo volvió a empeorar pero, esta vez, el hombre lo llevó a una clínica de Monte Grande. Ahí sí, la doctora que lo atendió le hizo los estudios de rigor, le diagnosticó pancreatitis y le realizó una pequeña cirugía.
Para Ignacio López no hubo dudas, si su hijo hubiera seguido atendiéndose con Felipe Nori, el falso médico de Cañuelas, se habría muerto.
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