Se conoció la advertencia del preso a Fernando Farré previo a intentar apuñalarlo

El exempresario condenado por matar a su mujer de 66 puñaladas hizo la denuncia y podrá ser trasladado a otro penal.
Era un miércoles normal para Fernando Farré Todo lo normal que puede ser un día más en prisión para un femicida condenado a prisión perpetua. El hombre, castigado por asesinar de 66 puñaladas a su esposa, acomodaba la celda que comparte con tres hombres en el pabellón tres de la unidad penal 48 de San Martín, cuando otro preso se acercó a la puerta del módulo y lo llamó.
Farré hizo caso y fue, pero cuando oyó las palabras del hombre, su mente se puso en blanco y quedó en shock: «Te voy a matar. Voy a aprovechar la salida del fumigador o de cualquier otro, voy a entrar a tu pabellón y te voy a matar».
Sus tres compañeros de celda -uno de ellos es  Carlos Colosimo , tío de Wanda y Zaira Nara, preso por abusar a varias menores- aparentemente lo protegieron y los salvaron. Cuando el fumigador salió del pabellón, los «amigos» lo empujaron y le dijeron «andate a tu celda que te va a matar en serio».
Ese es el relato que el femicida hizo ante las autoridades del área de Vigilancia y Tratamiento del penal donde vive desde hace 22 meses, y al que tuvo acceso Infobae. El episodio ocurrió el miércoles pero Farré recién lo denunció este jueves, según explicó, porque quedó asustado tras la amenaza.
«Aunque no entró, quedé en shock y por eso no di aviso en el momento», explicó Farré a la persona que le tomó la declaración. El femicida denunció el hecho este jueves cerca de las 14 cuando en una revisación de rutina se le acercó un inspector de Vigilancia del sector de Mediana Seguridad de este penal de San Martín. Simultáneamente, el abogado de Colosimo avisó a las autoridades del penal.
Farré fue revisado en la unidad sanitaria de la cárcel y un médico constató que el hombre de 55 años no tenía lesiones. Si bien había trascendido un audio en el que una voz atribuida al femicida contaba que lo habían amenazado con una faca, ni las fuentes del Servicio Penitenciario Bonearense (SPB) consultadas ni el informe oficial al que accedió Infobae dan cuenta del uso de algún tipo de arma.
Las autoridades del penal le ofrecieron a Farré la posibilidad de hacer una denuncia penal. El femicida aceptó y se espera que este viernes entre en el despacho de la fiscalía de turno y se abra una causa por «amenazas de muerte».
Además, las autoridades del penal explicaron que se inició un sumario interno y que evalúan definir el traslado probablemente de ambos presos. «Es una posibilidad para las próximas horas», explicó una fuente del SPB.
Farré estudia Sociología en la Centro de Estudios que la Universidad Nacional de San Martín tiene dentro del predio compartido por las unidades penales 46, 47 y 48. Por eso, se especula que en caso de ser trasladado, se decidiría por una de estas prisiones y no se lo alejaría del aula.
No es el primer problema que tiene el femicida. De hecho, llegó al pabellón 3 hace pocas semanas por un problema que tuvo el mes pasado, cuando denunció que otro interno del pabellón 6, donde estaba alojado hasta ese momento, le tiró agua hirviendo. «Evidentemente está teniendo problemas de convivencia», comentó una fuente del SPB.
Farré fue condenado a prisión perpetua el 6 de junio de 2017 tras un juicio por jurados que duró cinco días. «Esto es un femicidio  de manual, la mató a sangre fría. Cuando a Farré ya no le sirvió la foto de familia feliz, se deshizo de su mujer», había dicho en su alegato la fiscal Laura Zyseskind.
Días después de la condena, el asesino recibió en la unidad penal 48 a Infobae. «Matarla fue una profecía autocumplida», comentó. Y cuando fue consultado sobre su relación con los otros presos, no dio pistas de problemas, contó que estaba bien, y que se juntaba con sus compañeros a ver series y fútbol por televisión. Aunque con ciertas contradicciones en su relato.
-¿Cómo se lleva con los otros presos? En la unidad penal donde está hay un 70% de abusadores. ¿Sabía?
-Bien. Me respetan. Acá hay violadores, es cierto. Hay de todo. Pero me respetan. Yo soy muy tranquilo, generoso y no soy un abusador de niños. Algunos presos me dicen «mataconcha», pero es un tema de la cárcel. No te diría que hay respeto. Pero el preso entiende a una persona que se le borra la cinta.
-¿Qué es eso?
-Que se te borra la cinta. Acá les pasó a muchos. La memoria. Hay muchos abusadores, muchos en los pabellones de evangelistas que se refugian. Yo no me tengo que refugiar de nada.
-¿Se siente protegido en la cárcel?
-Y sí. Si salgo la gente me lincha.
Quizás, ahora, las cosas para Farré adentro de la prisión también hayan cambiado. Deberá acomodarse. No le queda otra. Recién a los 70 años tendrá la posibilidad de salir de allí, si es que el juez que le toque dentro de 14 años le regala una prisión domiciliaria.

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