La madre del bebé de 17 meses que murió en un auto por golpe de calor el viernes en Florida, Estados Unidos, declaró que en realidad no se olvidó a Eli en el estacionamiento durante 8 horas. Dijo que creyó que lo había dejado en la guardería y fue a cumplir su turno en el Memoria Hospital Pembroke.
Después de terminar su día trabajo, Emily Bird «fue a la guardería, donde creía que lo había dejado esa mañana», dice el informe de la Policía. «Al ser informada de que nunca había llegado a la instalación, comenzó a darse cuenta de lo que había ocurrido», sigue el texto.
Bird, de 34 años, manejó de regreso con el bebé al hospital donde trabaja y el personal médico comenzó a realizar maniobras de resucitación al bebé. También quedó registrada la llamada al 911 donde un hombre advierte que necesitan una ambulancia porque «la madre entró con su hijo en brazos, que está azul y no respira».
Eli fue trasladado a un hospital de mayor complejidad, y allí quedó registrado que llegó muerto.
«La madre dijo que no se dio cuenta de su error hasta casi las 5 de la tarde», informó el diario Sun Sentinel. Las temperaturas ese día rondaban los 35 grados e incluso eran mayores dentro del auto, que estaba con las ventanillas cerradas.
Si bien la explicación de Emily Bird resulta increíble para las autoridades, podría ser verosímil, dice el Sun Sentinel, porque «en el momento del incidente, la familia estaba viviendo con amigos mientras su casa era fumigada. La madre, que había estado bajo mucho estrés, estaba tomando un camino diferente al trabajo, lo que la habría confundido». Por el momento, no hay cargos en su contra y el velarán a Eli este viernes.
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