Cayó uno de los capos narcos más temibles de Brasil: vivía en la casa de un ex futbolista argentino en Paraguay

Vivía en uno de los barrios más exclusivos de Asunción, pero era uno de los capomafiosos más temibles y buscados de Brasil. Eduardo Aparecido de Almeida, tercero en la cadena de mando del temido Primer Comando Capital (PCC), tenía un pasar a todo lujo, contaba con un agente de Policía como custodio y vivía en una suntuosa residencia.
Fue detenido tras un procedimiento policial-judicial encabezado por la fiscal Lorena Ledesma, que allanó la lujosa vivienda ubicada en las calles Austria entre Viena y Bélgica del Barrio Herrera de Asunción, una de las zonas más exclusivas de la capital paraguaya.
Según la policía local, el ciudadano brasileño es líder de la célula criminal «Raio X» (Rayo X), uno de los tentáculos del PCC, y está siendo buscado por la justicia brasileña por delitos tales como secuestro, asociación criminal, narcotráfico y otros.
Durante el allanamiento se constató que de Almeida tenía como protección a un agente de la Policía Nacional, el oficial primero Carlos Alfredo Mendoza. Se mencionó incluso que el policía entregaba su documento personal al capomafioso para que este pueda circular tranquilamente por Asunción y alrededores sin que sea molestado.
De acuerdo a los datos de la policía, Aparecido de Almeida habría sino uno de los ideólogos del ataque comando perpetrado a un local de la empresa de seguridad de caudales «Prosegur» en la fronteriza Ciudad del Este, lindante con el Brasil, el 24 de abril del año pasado.
En dicha oportunidad, un grupo de aproximadamente 60 personas, sitió por completo la ciudad utilizando poderosas armas de fuego como fusiles automáticos M16, AK47 lanza granadas, explosivos en gel, granadas de mano y fusiles .50 antiaéreos, para llevarse poco más de USD 11 millones, en uno de los robos más grandes conocidos en tierras guaraníes.
Sin embargo, según información de inteligencia que maneja la policía paraguaya, el monto robado no habría sido suficiente para cubrir los costos de la operación y además, habría existido descontento entre los criminales por el reparto que hubo entre los mismos y que al parecer estuvo a cargo del hoy detenido capo del PCC.
Por ésta razón, Eduardo de Almeida, alias «Piska», habría huido de la zona fronteriza y se habría refugiado en Asunción junto a toda su familia. Al momento del allanamiento, el brasileño prendió fuego a unos documentos e intento huir saltando la muralla pero fue interceptado por los policías que actuaron en el allanamiento.
El ex jugador de fútbol, argentino con pasado en equipos de primer nivel como Vélez Sarsfield de Buenos Aires y Cerro Porteño de la capital paraguaya, confirmó que la casa allanada le pertenece.
Sin embargo, puntualizó que la administración de la misma está a cargo de una empresa dedicada al manejo de bienes raíces, responsable de gestionar el alquiler de la propiedad.
De esta manera, el jugador se desliga de todo contacto con el capomafioso.

Fuente: Infobae

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