La constructora Carlos Enriquez S.A. se sumó a otras empresas que valorizan el agua como uno de los principales recursos de Misiones

La política de Aguas Misioneras de regular el uso comercial del agua avanza. Ahora sumó a la constructora Carlos E. Enríquez S.A, que también paga, junto a cada vez más empresas, por el agua subterránea que utiliza del subsuelo para sus distintos procesos productivos.
De esta manera, la firma una de las más importantes de su rubro en la región se suma a otras constructoras y a un grupo cada vez más numeroso de empresas como ser fabricantes de pasta celulósica, hoteles, tealeras, yerbateras, aeropuertos, que están pagando por el agua que utilizan de las napas subterráneas y superficiales.
Las empresas que se incorporan al sistema de pago de Aguas Misioneras se encuadran dentro de la ley, a la vez que se suman al cuidado del agua y del medio ambiente; una pata muy importante dentro de los planes de sustentabilidad corporativa y de responsabilidad social ambiental.
“Entendemos y apoyamos la política que lleva adelante el Estado misionero de valorizar el agua como un recurso económico fundamental, que las empresas utilizamos, en distinta forma, para nuestras actividades, explicó Roberto Enriquez, titular de la empresa que actualmente se encuentra en manos de la tercera generación de su fundador, Carlos E. Enriquez.
La Constitución Nacional estableció (art. 124) que cada provincia es dueña de sus recursos naturales, como el petróleo o el agua. La provincia de Misiones encaró una política innovadora al sancionar la ley I- 149, que otorgó a AMSE la potestad de ejecutar esta política, comprendiendo a las aguas superficiales, subterráneas y del Sistema Acuífero Guaraní dentro del territorio misionero.
A partir de 2014 Aguas Misioneras comenzó a establecer convenios con empresas, como las fabricantes de pasta celulósica, por los cuales pagan por el uso que realizan del agua subterránea o de los ríos en sus diversas producciones.
Todos los convenios firmados incluyen abonar por el agua retroactivamente desde 2014. Quiere decir que cuanto antes una empresa comience a pagar, se evitará así, la acumulación de deuda retroactiva. El pago se realiza a partir de una declaración jurada del volumen de captación de agua que utiliza cada empresa.


Las empresas de un mismo rubro pagan un mismo valor de referencia por metro cúbico que es equivalente, pero que puede ser mayor o menor de acuerdo a su propio volumen de captación, explicaron en AMSE. Por ejemplo, las firmas Las Treinta y SANESA (de la familia Urrutia) y las yerbateras Amanda (La Cachuera, de la familia Sychowski) y Romance (familia Gerula); así como otras yerbateras de la
provincia, se sumaron a esta política y están abonando por el uso del agua desde 2014. También lo hacen hoteles que están radicados en distintos puntos de la provincia, que ofrecen servicios y que hacen un uso indirecto del agua captada; envasadoras de agua; y hasta
Aeropuertos Argentina 2000 con sus aeroestaciones de Posadas e Iguazú.

El agua, un recurso estratégico para la provincia que hay que regular y preservar Aguas Misioneras tiene asignada la comercialización de las aguas provinciales y por ello todas aquellas actividades que directa o indirectamente usufructúan el recurso hídrico (entiéndase toma
directa de agua de río, arroyos, o perforaciones) -no se incluye al agua de red con fines económicos directos o indirectos deben a partir de ello empezar a pagar por su uso.
Lo que se abona es el agua captada de pozos perforados con usos comerciales e industriales. No es una multa, no es un impuesto, es el cobro por el uso de un recurso que del estado provincial y que debe ser abonado como cualquier otra materia prima utilizada en los procesos productivos; para regular su uso, preservarlo en el tiempo y que continúe siendo un recurso sustentable, explican en
la Unidad Ejecutora de Uso de Agua de esa empresa estatal.

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