La casa del horror: los Turpin van a juicio por torturar y abusar de 12 de sus 13 hijos

Los tenían encadenados, sin bañarse y obligados a pasar hambre. Para la Justicia, la beba era la única que no estaba desnutrida.

David y Louise Turpin, la pareja de California acusada de abusar, encadenar y hacer pasar hambre a 12 de sus 13 hijos biológicos -de entre dos y 29 años- irán a juicio por 49 cargos en su contra en un caso que se conoce como «La casa del horror».

Este jueves, el juez Bernard Schwartz de la Corte Superior Estatal de Riverside consideró que existe lo que técnicamente se conoce como «causa probable» para juzgar a la pareja por 49 de los 50 cargos en su contra. Eso incluía permitirles una ducha al año y no llevarlos al médico.

Dijo, no obstante, que no había pruebas suficientes para respaldar como delito el trato que los Turpin daban a su beba.

La pareja se declaró inocente de todos los cargos. El juicio comenzará el 3 de agosto.

David Macher, abogado de David Turpin, argumentó que la evidencia era tan incendiaria que imposibilitó que su cliente tuviera una audiencia justa.

Los investigadores también ofrecieron detalles sobre el abuso grave y el abandono que los hermanos dijeron que sufrieron en Texas, antes de que la familia se mudara a California hace unos ocho años.

Los cargos en el caso se refieren sólo al abuso sufrido en California, y los abogados de la defensa le pidieron al juez que excluyera detalles sobre el tiempo de la familia en Texas.

«La evidencia de Texas, una vez que la escuchaste, es difícil de olvidar –dijo–. No es relevante… Es altamente perjudicial».

Pero los fiscales argumentaron con éxito que abusar de los hermanos en Texas sí fue relevante porque preparó el escenariopara que los nenes se sientan impotentes e incapaces de escapar en California.

Según el testimonio del miércoles, en la audiencia previa a la decisión de llevarlos a juicio, los hermanos dijeron a los investigadores que David Turpin les infligió severos castigos físicos en Texas, como colocarlos en caniles de perros.

Uno de los hermanos, de 25 años, dijo a los investigadores que sus padres también abandonaron a sus hijos durante tres o cuatro años. Los hacían vivir en un trailer en el pueblo de Rio Vista, Texas, mientras la pareja vivía en un departamento cercano. «El y su hermana mayor se quedaron a cargo», dijeron los investigadores.

A pesar de estar ausentes, los padres continuaron comunicándose con los hermanos por teléfono y forzando a los dos niños mayores a castigar a los demás.

David y Louise Turpin están detenidos desde enero. Una de sus hijas logró escapar de su casa en Perris, al sudeste de Los Angeles, y le dijo a la Policía, a través de una llamada al 911, que sus 12 hermanos y hermanas estaban cautivos por sus propios padres. «Nos encadenan si no hacemos lo que debemos», contó Jordan Turpin.

Durante la audiencia previa, el miércoles, la pareja se había declarado inocente de todos los cargos, que conllevan una pena de entre 94 años de prisión y cadena perpetua.

Jordan, de 17 años, planificó su escape durante dos años. Entre los estremecedores detalles que dio a la Policía, dijo que sus dos hermanas más chicas «estaban encadenadas a sus camas» por violar las reglas de la casa al haber agarrado caramelos de la cocina sin permiso.

«A veces mis hermanas se despiertan y comienzan a llorar por el dolor. Llamo para que ayuden a mis hermanas», dijo al 911.

La chica, que sonaba como una nena, indicó que tenía una educación equivalente primer grado y fueron evidentes sus problemas hasta para deletrear su apellido. Al leer un sobre frente a los investigadores, no pudo distinguir entre el número de la casa y el código postal.

En esa llamada el operador le preguntó si estaba en la esquina de su casa. «Sí, eso creo –respondió ella–. Nunca estuve afuera, no salgo mucho».

El oficial del sheriff Manuel Campos, que respondió al llamado de emergencia, indicó en la Corte que Jordan le dijo que estaba «muerta de miedo» de ser descubierta. «Dijo que no podía quedarse ahí y ver a sus hermanas encadenadas, llorando y sufriendo», señaló el policía,

«Su cabello parecía no estar lavado, tenía mugre por toda la piel, su cuerpo emitía el olor de quien no se ha bañado», indicó.

Al decir que no había prueba suficiente para culpar a los Turpin de maltrato sobre la beba de 2 años, el juez Schwartz dijo que «los análisis muestran que la nena no sufrió la extrema desnutrición que tenían sus hermanos». También citó la llamada al 911 de Jordan, en la que la chica dice: «Mamá cuida bien de mi hermanita».

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