Una venganza narco, una de las principales hipótesis detrás del crimen de la trabajadora sexual en San Juan

Creen que la mandó a matar su expareja desde la cárcel, porque ella lo delató.

 

El crimen de Yamila Pérez, la joven mutilada en San Juan, se vuelve más cruel y espantoso con cada nuevo detalle que surge de la investigación. La mujer de 25 años había sido madre hace menos de un mes y todas las sospechas apuntan al padre de su bebé, que está preso por narcotráfico.

 

Más de 50 policías participaron de los allanamientos que terminaron en las últimas horas con las dos primeras detenciones: un hombre de unos 70 años con quien la víctima habría tenido sexo a cambio de garrafas, y «El Cunta» Sosa, integrante de una banda narco conocida como «Los Pastelitos». Este último sería el nexo con el principal sospechoso para los investigadores, «El Cuky» Sosa, expareja de Yamila y padre de dos de sus tres hijas que está preso desde hace dos años.

 

El crimen de Yamila Pérez, la joven mutilada en San Juan, se vuelve más cruel y espantoso con cada nuevo detalle que surge de la investigación. La mujer de 25 años había sido madre hace menos de un mes y todas las sospechas apuntan al padre de su bebé, que está preso por narcotráfico.

 

Más de 50 policías participaron de los allanamientos que terminaron en las últimas horas con las dos primeras detenciones: un hombre de unos 70 años con quien la víctima habría tenido sexo a cambio de garrafas, y «El Cunta» Sosa, integrante de una banda narco conocida como «Los Pastelitos». Este último sería el nexo con el principal sospechoso para los investigadores, «El Cuky» Sosa, expareja de Yamila y padre de dos de sus tres hijas que está preso desde hace dos años.

 

La hipótesis que cobra cada vez más fuerza es que Sosa ordenó el crimen desde la cárcel. Integrante también de «Los Pastelitos», cayó en diciembre de 2016 con 60 kilos de marihuana, 1 de cocaína y alrededor de 700 mil pesos. La persona que lo delató entonces, habría sido la propia Yamila.

 

Desde que encontraron a la víctima, los especialistas vincularon el crimen al ambiente del narcotráfico o la trata de personas. El motivo de tal suposición fue la saña y la planificación con la que actuaron. Yamila no solamente fue apuñalada ocho veces en el pecho. Sufrió además la mutilación de varios de sus miembros y de uno de sus ojos, que todavía no fue encontrado en los rastrillajes. El asesino le arrancó la piel de su cara y el cuero cabelludo y esperó a que se desangrara antes de descartarla en un basural, completamente irreconocible.

 

«El Cunta» Sosa había sido uno de los pocos integrantes de «Los Pastelitos» que no fue arrestado en el megaoperativo en el que sí detuvieron a su pariente, expareja de la víctima. El otro detenido, un vendedor de gas de apellido Molina, cayó porque en el lugar donde encontraron el cuerpo había una receta médica con su nombre, publicó el sitio Diario de Cuyo. Se espera la declaración de ambos para las próximas horas.

 

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