En menos de un mes, cinco personas fueron condenados a prisión perpetua en Misiones


En menos de un mes, la Justicia Penal de Misiones condenó a cinco personas a la pena de prisión perpetua. Es una cantidad inédita para un lapso de 30 días.
Esta semana, el Tribunal Penal de Eldorado sentenció a la pena máxima que contempla el Código Penal Argentino a Martín Nicolás Olivera (39), quien asesinó a un amigo de 13 machetazos en 2014.
Los camaristas Lyda Gallardo, Atilio León y Eduardo Jourdan consideraron que Olivera había sido el responsable de un “homicidio calificado por alevosía”, porque atacó a Juan Pablo Espíndola (56) mientras este dormía.
A fines de abril, después de dos días de audiencia y la declaración de más de una decena de testigos, llegó el fallo del juicio por la llamada Matanza de Los Helechos, que tuvo como víctimas a Lidia Bezus (69) y su hijo Diego Kosaczuk (29), asesinados a tiros en su casa del paraje Samambaya. Los dos acusados, Jorge Miguel Chiluk (28) y Sergio Elías “Tuti” Machado (28), fueron condenados a prisión perpetua por los delitos de “doble homicidio y robo calificado en despoblado y en banda”.
La decisión la tomó el Tribunal Penal Uno de Oberá, compuesto por los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero.
Y a principios de ese mes, el mismo cuerpo, por decisión unánime, habían condenado a prisión perpetua a Carmen Rosa Pereyra Da Costa (44) y a Lovis Ferreira (35) por el asesinato del marido de la mujer, Ángel Altísimo (44), a quien atacaron a balazos en su casa del paraje el Campín Largo de El Soberbio, en junio de 2013.
Los camaristas José Pablo Rivero, Francisco Aguirre y Mónica García concluyeron que la acusada había tramado el asesinato de su pareja y que contrató a su amante Ferreira para tal fin.
El Tribunal Penal de Oberá consideró a Pereyra Da Costa como pieza clave en el plan urdido para el asesinato de su marido. Para los jueces, fue una “partícipe necesaria” en la comisión del “homicidio calificado” de su pareja. De ahí que le cupo la misma condena que para el autor material del homicidio (Lovis Ferreira): la prisión perpetua.
La víctima y su mujer profesaban una religión en la que están mal vistas las separaciones. Sus hijas describieron que tenían una relación cruzada por los celos y peleas constantes.
¿Cómo conoció Pereyra Da Costa a Ferreira? Ella misma reconoció que llegó a la cárcel de Oberá para visitar a un hermano de religión que estaba privado de su libertad. Allí se relacionó con otros detenidos a los que habría ofrecido asesinar a su marido a cambio de dinero. Uno de esos presos era Lovis, con quien luego terminó teniendo una relación presuntamente sentimental.
Los expertos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial establecieron mediante el entrecruzamiento telefónico que antes, el mismo día y después del crimen, la mujer y su supuesto amante tuvieron contactos. Además ubicaron con el rastreo correspondiente al celular de Lovis en la zona del asesinato el día en que ocurrió.
Pereyra Da Costa le habría pagado al sicario con los ahorros familiares, unos 14 mil reales que estaban enterrados en un galpón de la familia. Asimismo, aportó el revólver Amadeo Rossi calibre 38 de Altísimo para la ejecución.
Como si lo anterior fuera poco, en la noche del crimen se habría encargado de controlar a los perros para que el sicario pudiera concretar el homicidio.

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