Dos de los imputados por el crimen del sindicalista Achingo se cosieron la boca en señal de reclamo

Dos de los imputados por el crimen del sindicalista Pablo Sabino Achingo (57) decidieron coserse la boca en la cárcel donde se encuentra detenidos en señal de protesta. Quieren recuperar la libertad porque, sostienen, no tienen relación con el homicidio.
Se trata Jonathan y Elio Ortega, sobre quienes pesa una prisión preventiva dictada por el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo.
Los sospechosos empezaron la medida de fuerza el jueves, en la Unidad Penal de Cerro Azul. Actualmente, el expediente se encuentra en la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores, instancia a la que acudieron los imputados buscando un fallo que les permita la liberación.
La hipótesis más firme es que una banda de ladrones drogados, totalmente descontrolados, acabó masacrando al gremialista porque este se resistió a ser asaltado. Achingo era secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Posadas. El 7 de junio del año pasado su cuerpo semiquemado apareció en el cruce de las calles 82 y 127 de la chacra 130. En el Acceso Oeste, en tanto, hallaron su coche, un Renault Fluence, envuelto en llamas.
Son siete imputados. De ellos, los Ortega, Pedro Ramírez (28), Camila L. (22), Cristian (26) y Matías Lucas R. (28), alias “Matute”, son los sospechosos que siguen entre rejas por el caso.
En el cuerpo de Achingo encontraron un ADN que no corresponde a ninguno de los demás sospechosos arrestados.

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