La exactriz eligió a la casa Givenchy. Lo pagó ella y se calcula que costó 100 mil dólares.
Mucho se especuló sobre el vestido de novia de Meghan Markle. Se barajaron firmas y diseñadores, Alexander McQueen y Ralph and Russo fueron algunos de los nombres que sonaron más fuerte. Aunque el secreto se guardó celosamente hasta último momento.
Finalmente la novia eligió a la diseñadora británica Clare Waight Keller, directora artística de la casa de alta costura francesa Givenchy, una apuesta que sorprendió. Se calcula que el vestido costó unos 100 mil dólares, que pagó la actriz.
El vestido, de color off white, se destacó por sus líneas sencillas. Sobrio y moderno, sin bordados. Con mangas tres cuartos y escote barco. El velo y la larguísima cola le aportaron vuelo y la cuota de glamour. También la imponente tiara de diamantes que es parte de la colección del joyero real y perteneció a la reina María.
Un detalle que pasó desapercibido para la mayoría: el velo estaba bordado con la flora de los 53 países de la Commonwealth.
En una entrevista de 2016, Markle había contado que su vestido de novia soñado era como el que usó Carolyn Bessette, cuando se casó con John John Kennedy.
Para la recepción en el Palacio de Windsor la exactriz de Suits, de 36 años, lucirá un vestido «más descontracturado y moderno».
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