Polémica por los “cacheos” a nenes en el ingreso a la cancha en Bueno Aires

Una imagen que se vio en la TV el fin de semana en que un nene es revisado por un policía en la entrada a la cancha de Sarmiento de Junin alertó sobre la práctica que viola los derechos de los menores.

El Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense investigará los “cacheos” a niños que hizo la policía antes del partido disputado por Sarmiento de Junín y Brown de Adrogué el domingo por las semifinales del reducido de la Primera B Nacional. Consideran que se violó los derechos de los menores.

En la previa al partido del torneo B Nacional, se pudo ver la imagen de un policía realizando un cacheo a un niño. La imagen fue repudiada en las redes sociales y el caso llegó hasta el Defensor adjunto Walter Martello. “El cacheo policial a niños en espectáculos deportivos va a contramano de preceptos básicos de la Convención Internacional de Derechos del Niño, y de las Directrices de Naciones Unidas sobre el derecho a la protección de la intimidad de los niños y niñas”, aseguró Martello.

Martello, quien está a cargo del Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Defensoría, abrió una investigación para conocer cuál es el protocolo que utilizan la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), la Policía Bonaerense y las instituciones deportivas respecto al accionar vinculado a niños, niñas y adolescentes (NNyA) y los operativos de seguridad.

El responsable del Observatorio también destacó que en la Argentina no existe un protocolo único de actuación policial. En ese sentido, las normativas que se utilizan en provincias como Catamarca y Neuquén destacan que los cacheos policiales a NNyA se pueden instrumentar en aquellos casos en que se encuentren demorados por delitos in fraganti o por orden judicial; y solo pueden concretarse cuando haya indicios suficientes de que el niño, niña o adolescente podría ocultar entre sus ropas elementos o pruebas de la comisión de un hecho delictivo, especialmente aquellos de naturaleza violenta. En ese caso los cacheos deberían realizarse en un lugar discreto. “Ninguno de estos requisitos parece haberse cumplido en el este caso‘, destacó Martello.

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