Habló la madre de otra presunta víctima de Jonathan Fabbro: la nena es familiar de Larisa Riquelme

El entorno de Fabbro la desmiente y asegura que está complotada con la madre de la otra presunta víctima en Buenos Aires.

«Sí, ya me imagino por qué me llamas», dice «Milagros» del otro lado de la línea en su casa de Asunción, capital de Paraguay. Sabía que en algún momento debía romper el silencio: «Mejor, porque yo ya no tengo miedo.»

Las últimas horas fueron de particular ansiedad para ella: se preguntó qué pasaría con Jonathan Fabbro, si el futbolista saldría libre tras su indagatoria por supuestamente abusar de su ahijada, corromperla, en un expediente bajo la firma del juez Santiago Quian Zavalía.

 

No es la única imputación por la que el futbolista tiene que responder. Durante años, «Milagros» compartió la intimidad del futbolista y su pareja, Larissa Riquelme, en la capital paraguaya: Larissa es su familiar directo, familiar de su esposo.

 

«Milagros» tiene una hija, hoy de apenas seis años. El 1° de noviembre del año pasado, «Milagros» acudió a la Fiscalía Barrial N°2 de su ciudad, a cargo de la doctora Carla Rojas. Acusó a Fabbro: el futbolista habría intentado abusar de su hija también. Un mes después, la menor declaró en una cámara Gesell en Asunción.

«Mi hija contó que Jonathan le dijo que ‘tenía una nana en el pilín’ y que si la besaba ‘se le curaba’. Mi hija se negó y luego me lo contó a mí», asevera, algo que habría ocurrido cuando la menor tenía apenas cuatro años de edad.

 

«Milagros» no es su nombre real, sino una fantasía elegida no solo para preservar su identidad sino también la de su hija. «Yo misma preferí el silencio por mucho tiempo, no solo para proteger a mi familia sino también a quienes se sienten identificados con algo tan doloroso. Preferí que esto se trate lo más discretamente posible», asevera.

 

Rápidamente, entendió que el silencio se convirtió en su enemigo, no el propio, sino el ajeno. «La prensa paraguaya no cubrió el tema, no se le dio mucho importancia. Siempre entraba a Infobae para ver novedades, ver qué aparecía. Por qué los medios de aquí no trataron el tema, bueno, no sé qué decirte.»

 

Luego, entendió que la lengua de otros podía dañarla también. Esta mañana, en medio de un tumulto de cámaras frente al Juzgado N°32 donde Fabbro era indagado, Larissa Riquelme negó las acusaciones de la niña de su familia y hasta señaló su parentesco exacto. «Milagros» no espera empatía de la familia de su esposo, no espera empatía de Larissa.

 

«La primera persona a la que acudí fue a mi suegra, la abuela de mi hija, la madre de Larissa. La llamé para contarle y se quedó anonadada, lloramos juntas, mi hija iba a su casa, se quedaba a cargo de su abuela.

 

«Luego me dejó de hablar, se volvió indiferente.» El efecto se replica en la familia Fabbro: la propia madre del futbolista aseguró esta mañana que su ahijada mentía frente a casi una decena de cámaras encendidas. «Cuando ya era evidente el apoyo a Jonathan y la insensibilidad para conmigo se cortaron todos lazos», dice «Milagros.»

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