Finito Gerhmann: «El deporte siempre es la mejor salida para mantenerse vivo»

Un día como hoy pero hace 73 años, nacía una de las máximas leyendas del deporte misionero y argentino. Ernesto «Finito» Gerhmann quien hoy lo celebró jugando al New Com (Vóley adaptado) con un grupo con el que hace más de dos años sigue entrenando. «El deporte siempre es la mejor salida para mantenerse vivo», indicó.

El máximo exponente del básquet misionero, contó que casi por casualidad incursionó en esta disciplina, que consiste en el vóley no convencional ya que la pelota se puede agarrar y tiene un par de características diferentes, especialmente porque lo practican personas mayores. «Un amigo que conocí en la época del básquet juvenil fue a llevarme una foto de hace como 50 años y me dijo, vení a probar. Fuimos con mi señora y nos gustó, hoy ya hace como dos años que entrenamos todos los días», comenzó la charla con Misiones Online.

Ernesto reconoció que el deporte es y será siempre su gran pasión, y hoy ya alejado del básquet se divierte con el New Com donde formó un grupo muy lindo de amigos y hasta salen a competir a otros lugares, siempre con la remisa de divertirse y llevar una vida saludable.

Respecto a como ve el básquet misionero, valoró que en este año tengamos en la provincia nuevamente un campeonato Argentino de Selecciones tras muchos años. «Es importante que se haya ordenado lo que es la Asociación Posadeña y la Federación Misionera. Se están haciendo bien las cosas y eso hace que el básquet siga creciendo», resaltó.

En este sentido consideró que es importante el trabajo de OTC en la Liga Argentina y el esfuerzo que están haciendo los clubes de la provincia para fomentar el deporte y sacar jugadores como lo hacían en otras épocas.

En función de la actualidad, las nuevas tecnología que de algún modo conspiran para que los chicos practiquen deportes, dijo que «yo creo que las escuelas debieran obligar más a los chicos a practicar deportes, Más tiempo, más horas y no que sea solo una hora para cumplir», agregó.

A su vez, consideró que es importante el trabajo del Ministerio de Deportes en fomentar la práctica y tratar de hacer al deporte una herramienta fundamental para sacar a los chicos de la calle. «El apoyo del gobierno y lo que están haciendo desde el ministerio es fundamental. También pienso que debe haber más torneos, más organizaciones barriales y municipales para que la gente tenga alternativas en practicar cualquier deporte».

En cuanto a algún momento en particular de su carrera, que tenga presente, dijo que los momentos en la selección argentina siempre son los destacados. Pero también se acuerda que cuando era muy joven fue el primer misionero en recibir una propuesta para jugar en Estados Unidos. Por diferentes motivos no fue y hoy en día puede llegar a ser algo de lo que se arrepienta pero de todas maneras él reconoce y está muy contento con lo que le ha dado al deporte.

Una leyenda viva del básquet

En Mendoza ya había superado el trauma. Entonces impresionaba su altura: 2,06 metros. Después se quedaría en sus históricos 2,11. Cuando caminaba por las calles era toda una atracción. «¡Oigan! ¿Y a éste para qué lo tienen?», preguntó ironizando un lugareño. Los misioneros contestaron haciendo gala de sus bondades turísticas: «¡Lo tenemos para pasarles el plumero a las Cataratas». Obviamente que sirvió para mucho más.

Tres años más tarde, nada más, el 12 de febrero de 1966, debutaba en la Selección Argentina. Fue contra Paraguay en Cosquín jugando el torneo «Confraternidad Americana». Y sería campeón sudamericano en Mendoza 1966, con «Los Cóndores»,y Medellín 1976.

En 1978 cumplió su última temporada internacional e igualaría hasta ese momento el récord de permanencia en el equipo nacional -con doce años de trayectoria-, considerando el debut y la última vez. Lo tenían Rafael Lledó y Ricardo Alix. Pero Gehrmann hizo lo que nadie: dio el presente en cada temporada. Hoy, con 16 años, ese récord lo ostentan Carlos Raffaelli y Carlos Romano.

En su amplio abanico internacional se destaca su participación en seis Campeonatos Sudamericanos (desde 1966 hasta 1977), tres Juegos Panamericanos (1967, 1971 y 1975) y dos Mundiales (1967 y 1974).

Es el argentino más goleador de nuestra historia mundialista, al jugar 16 partidos y promediar 20,5 puntos. Fue el goleador (23,8 de media) del Sudamericano de Bogotá 1973.

Por su gran aporte, por ser un gigante que peleó contra todo el mundo, yo he escuchado decir al gran Beto Cabrera: «La Selección Nacional siempre se debe armar empezando por Gehrmann». Y al Tola Cadillac referirse en el mismo sentido: «¡Que Fino no se muera nunca en la Selección!».

De Tokio de Posadas se fue a Gimnasia y Esgrima La Plata y de allí recaló en el Palmeiras de San Pablo, Brasil. Volvió en 1976 al Lobo platense, siendo bicampeón de la Capital Federal en 1978 y 1979. Jugó hasta 1989 en Tokio, donde todo había comenzado.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas