Los familiares de Sotelo ratificaron que el joven huyó tras recibir un mensaje del policía Provenzal

La ex mujer y la hermana de Franco Emanuel Sotelo (24), el joven acusado de haber violado a una nena de seis años en Pozo Azul y que luego murió atropellado mientras escapaba de la Policía, declararon ayer en calidad de testigos. Ambas confirmaron que el muchacho logró escapar de la Policía en Posadas luego de que se enterara del mensaje que había enviado a su familia el sargento primero Hugo Ramón Provenzal, actualmente detenido acusado de “encubrimiento”.

Sotelo escapó ese día corriendo por los techos. Recién días después lo ubicaron en Garupá, pero antes de que lo apresaran lo arrolló un transporte de cargas, sobre la ruta nacional 12.

De acuerdo con la acusación, Provenzal envió un mensaje con su celular a la familia de Sotelo cuando el muchacho era intensamente buscado por la Policía, ya que lo sindicaban como quien había raptado, violado y golpeado brutalmente a la niña en Pozo Azul. El joven estaba escondido en la casa de su ex mujer en el barrio Los Kiris. Cuando se enteró del contenido del mensaje, tomó algunas pertenencias y sin decir palabra, huyó. A los pocos minutos, la Policía rodeó la casa y la manzana. Era tarde, el prófugo se había escapado.

Provenzal, quien prestaba servicios en la comisaría Primera, fue arrestado poco después. Se le incautó el celular y se encontró el mensaje en cuestión. En su indagatoria el suboficial admitió que lo había enviado, pero aclaró que el objetivo era que la abuela de Sotelo, a la que conocía y de la que decía estaba en muy malas condiciones de salud, no se enteraran que buscaban a su nieto cuando viera toda la parafernalia policial, sino que le dijeran antes. Añadió que él conocía a la familia del muchacho y que era amigo de ella.

Este viernes, en su declaración testimonial Gisela Rodríguez, ex pareja de Sotelo, e Inés Sotelo, hermana del presunto violador, admitieron la existencia del mensaje. Y confirmaron que luego de que el joven lo recibiera, emprendió la fuga.

Contaron Provenzal le envió el aviso a Inés Sotelo y que ésta se lo reenvió a una tía y que esa tía lo mandó a Rodríguez, quien se lo exhibió a Franco Sotelo. Tras cartón, el muchacho salió corriendo por los techos y dejó abandonado en la calle su auto VW Gol, donde los peritos de la Policía provincial encontraron abundantes vestigios de manchas de sangre en los asientos traseros y en el techo.

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