Claudio Wipplinger pide una “reforma estructural” para salvar al sector

Claudio Wipplinger afirmó que la actividad viene arrastrando una crisis desde hace más de diez años. Indicó que las asimetrías hicieron que las empresas misioneras se retiraran del transporte internacional y se volcaran a un mercado interno cuya demanda no repunta. Dijo que los costos laborales son muy pesados, especialmente para las compañías que tienen personal con antigüedad. Consideró que la salida podría llegar de la mano del crecimiento económico, pero observó que el Gobierno nacional favorece al sector financiero en desmedro del productivo.

Claudio Wipplinger – Red Ciudadana

La posible quiebra de la tradicional compañía misionera Transportes Sauer puso de relieve la difícil situación que atraviesa el sector. Claudio Wipplinger, integrante FJW de una de las empresas familiares de mayor trayectoria del rubro en Misiones señaló que la actividad suele tener sus altas y sus bajas y que en los períodos de vacas flacas las empresas se ven obligadas a trabajar a pérdida para mantener su clientela. Advirtió sin embargo, que desde hace poco más de diez años, las bajas son más reiteradas y más pronunciadas que las altas, lo que arrastro a la actividad a una situación delicada.

“El rubro transporte tiene ciclos, se trabajaba a pérdida durante un año y medio o dos hasta llegar a una época en la que se puede cobrar fletes más caros. Son tiempos en los que conviene incluso tener la mitad de la flota parada para reducir gastos, eso es parte del rubro y lo sabemos, el problema es que en los últimos diez años los ciclos negativos son más largos y muy negativos”, indicó en diálogo con la emisora Red Ciudadana.

El empresario explicó que los aumentos en los costos argentinos profundizaron las asimetrías con los países vecinos, lo que provocó que las empresas misioneras dejaran de operar transporte internacional, ante la imposibilidad de competir.  “Con nuestros costos no se puede competir en un flete internacional, eso hizo que los que hacían internacional se volcaran a competir en el mercado interno, saturando la oferta en la plaza local”, dijo.

Dijo que la solución más rápida para el sector pasaría por un crecimiento de la economía que eleve la actividad en los sectores productivos y con ello la demanda de fletes, auqnue lamentó que “eso no está sucediendo. Tenemos un Gobierno central que está fijando sus políticas desde un punto de vista financiero y no productivo, entonces no logran entender porqué la producción no está arrancando”.

Indicó que otra alternativa sería buscar la forma de reducir los costos para que las empresas de transporte de cargas puedan tener rentabilidad y consideró que uno de los aspectos sobre los que se podría trabajar son los costos laborales.

Advirtió que una de las mayores dificultades que enfrentan las empresas que llevan operando en el rubro desde hace muchos años es que sus empleados acumulan muchos años de antigüedad, lo que agrega costos y hace a estas empresas menos competitivas que las que recién comienzan.

Opinó que para evitar un descalabro del sector, habría que avanzar en alguna reforma estructural que aborde cuestiones como las citadas en relación a los costos laborales. Propuso que un sistema a través del cual se permita a las empresas pagar una indemnización a sus empleados a cambio de retrotraer su antigüedad.

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