Pérez Volpin: quiénes entraron el 6 de febrero al «Quirófano 6» de La Trinidad

Ese es el lugar donde atendieron a la periodista durante la endoscopía y la crisis que desembocó en su muerte.

Pasaron nueve días desde que un nuevo juez quedó a cargo de la causa que investiga la muerte de la legisladora porteña Débora Pérez Volpin. El magistrado Gabriel Omar Ghirlanda renunció justo antes de que se solicitara su recusación y pese al cambio de mano del caso, la familia de la periodista insiste en que aunque «la causa avanzó con el juez Carlos Bruniard, hay mucho más por hacer».

Así se lo dijo a Clarín Diego Pirota, el abogado de la familia de Perez Volpin, que en un escrito presentado en sede judicial este viernes solicitó medidas tendientes a esclarecer quiénes entraron en la tarde del martes 6 de febrero al «quirófano 6» del sanatorio de La Trinidad, lugar en el que se llevó a cabo la endoscopía y se atendió a la legisladora de la Ciudad cuando sufrió la descompensación que terminó siendo mortal.

«Insistimos en la realización de más medidas de prueba. La averiguación de la verdad incluye el estudio del cuerpo de la víctima, pero además necesita de otras indagaciones. Como el contexto, lugar, testigos presenciales, elementos utilizados; algo que ya fue oportunamente solicitado, así como sugeriremos la realización de otras medidas de prueba que entendemos trascendentales», detalla el escrito de la querella.

Pirota explicó a este diario que además de los 21 testigos que sugirió para sentar frente a la fiscal –de los cuales, dice, «sólo cinco fueron citados»–, deberían prestar declaración testimonial ocho profesionales del sanatorio de La Trinidad que entraron al quirófano 6 «en el mismo día y horario en el que falleció Débora». De ellos, ninguno figura en el listado de personal aportado a la Justicia por clínica.

El representante legal de la familia de Pérez Volpin se refiere a una instrumentadora, una anestesista, un cirujano y una «instrumentadora circulante». A la vez, Pirota también solicitó la declaración de otras tres mujeres: una jefa, una subjefa y una técnica anestesista (ellas fueron mencionadas por cuatro testigos).

El ataúd fue dispuesto en un salón, junto a una foto. La familia lo acompañó (Candelaria Lagos / Télam)
Familiares, amigos, colegas y cientos de personas despedían el 8 de febrero a Débora Pérez Volpin (Télam / Archivo Clarín).

Finalmente, el octavo profesional que la querella quiere escuchar es a un gastroenterólogo y endoscopista que sería «uno de los pocos que hizo las cosas bien», dice Pirota. Ese médico fue mencionado por todos los testigos presenciales como «quien habría acudido a último momento al quirófano 6». El abogado querellante resguardará su identidad hasta que el médico declare y asegura que, «lamentablemente, cuando él intervino la suerte de Débora ya estaba echada y su cuadro era irreversible».

El 6 de febrero, cuando Pérez Volpin entró en paro durante el estudio endoscópico, ese médico estaba realizando una cirugía en La Trinidad, donde trabajaría de manera esporádica.

Estos ocho profesionales, explicó Pirota, en algún momento se asomaron, ingresaron o participaron en los procedimientos médicos realizados a Pérez Volpin, aparte del endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Inés Puente.

En la misma presentación, el abogado de la familia Pérez Volpin solicitó que se cite a declarar al «vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología y Jefe de la sección neurogastroenterología del Hospital de Clínicas José de San Martín», Jorge Olmos, quien afirmara al diario Clarín el 7 de febrero de 2018 –señala el escrito– que la endoscopia es «un procedimiento médico de muy bajo riesgo».

A su vez, Pirota pide que la clínica informe «cuáles son las normas de procedimiento de electromedicina y que indique cómo hace el mantenimiento de los equipos del quirófano; incluyendo el endoscopio secuestrado».

Fuente: Clarìn

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